El ladrón común* no desea destruir el sistema de economía de mercado, ni acabar con la policía. Si todos robaran a todos, a la mafia se le acabaría el chollo porque desaparecería el régimen que les proporciona riqueza a cambio de nada. En el negocio de robar y atracar (fuera de la ley), se desata una fuerte tendencia hacia la creación de una jerarquía mafiosa que expulsará de la gestión del saqueo el exceso de competencia con objeto de no poner en peligro el sistema de fuentes de ingresos, es decir, la gente sencilla, los trabajadores, las familias, sin tiempo y recursos, la clase media indefensa ocupada en sacar adelante sus propias vidas.
Los políticos socialdemócratas, al igual que la mafia (o el ladrón común), se apropian de la riqueza creada por otros y su intención, igualmente, no es destruir el sistema de economía de mercado. Sin embargo, a diferencia de la mafia, los políticos socialdemócratas se pasan de frenada, y mediante tributos, impuestos, tasas, cotizaciones, regulaciones, expropiaciones, subvenciones, concesiones, licencias, prohibiciones, organismos, agencias, entes, observatorios, chiringuitos y clientelismo, crean a su alrededor un gigantesco entramado de grupos de presión donde todos intentan vivir de los demás, es decir, todos intentan robar a todos* y eso es precisamente lo que no hace la mafia, crear una estructura que, inevitablemente, multiplica las fuentes de destrucción de la economía de mercado, destruyendo las clases medias. Las redes corruptas socialdemócratas conducen al
colapso del sistema económico que les proporciona riqueza a cambio de nada; por lo que, temerosos de llegar al punto de no retorno, si a los líderes no "se les va a olla" (acabando con jueces y policía para no ser ellos mismos perseguidos), normalmente reculan, y, al igual que la jerarquía mafiosa, terminan expulsando el exceso de competencia limitando el número de saqueadores y regulaciones para no llevar al límite de subsistencia a la gente de bien, responsable, ciudadanos desarmados e indefensos, contribuyentes netos respetuosos de la Ley que no van de rebelarse a no ser que se vean obligados a defender sus vidas y las de sus seres queridos. .
Por el contrario, un comunista, no es un ladrón común, ni es socialdemócrata. No le basta el saqueo. Pretende el poder total del hombre sobre el hombre; LA DOMINACIÓN sobre toda la comunidad. Un comunista es aquel que promoverá siempre sobrepasar el punto de no retorno aniquilando físicamente a cualquier sospechoso de rebelión. Es un "
ganadero de seres humanos"
disfrazado de socialdemócrata.