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miércoles, 12 de abril de 2017

Diferencias entre una empresa privada y una empresa pública cuando ambas no satisfacen las necesidades de sus clientes

Empresa privada

La decisión de United Airlines de sacar por la fuerza a un pasajero en un vuelo el domingo 9 de Abril, le pasa factura a la aerolinea en la Bolsa de Nueva York. A primera hora de ayer martes, a las pocas horas de difundirse el incidente en las redes sociales, había perdido cerca de 1.000 millones de dólares de su valor de mercado. Los inversores, en previsión de una disminución de los ingresos, han castigado inmediatamente a la compañía.
La indemnización (por uso inapropiado de la fuerza) que le va a sacar este tipo a la linea aerea va ser de órdago. 
Con toda seguridad, rodarán cabezas de directivos.

sábado, 9 de julio de 2016

Elección política y elección en el mercado (Extracto de "Poder y Mercado" de Murray N. Rothbard)


Consultorio Enfermería Madrid 27 de junio de 2016 
El 26 de Junio de celebraron Elecciones Generales


Imagina que entras en la plaza del mercado a hacer la compra y te encuentras un cartelito similar a este de la foto de arriba, que ponga algo así:


  • "Queremos informar que a partir de hoy no se admiten opiniones ni reclamaciones sobre los productos cárnicos, lácteos, charcutería, pescadería, hortalizas y panadería; ni quejas de ninguna clase sobre la venta y atención al cliente en los puestos de este mercado. No se admiten reclamaciones sobre colas ni sobre reducciones de personal de índole empresarial. Esto es un mercado de abastos, no un confesionario ni un lugar para quejarse del pésimo servicio ofrecido por los propietarios, gerentes y empleados de los establecimientos de venta directa al público. El momento para mostrar descontento será dentro de 4 años, en las próximas elecciones generales".

Bien … ¿Seguirías comprando en esas condiciones los próximos 4 años? ¡NO! ¿verdad? Ahora imagina que los propietarios y gerentes de los establecimientos de esa plaza de abastos te obligan a punta de pistola (es decir, mediante normas jurídicas), a comprar todos los días en ese mercado, te guste o no, bajo severas sanciones si te resistes. O bien, imagina que te dispensan de la obligación de comprar, pero a cambio del pago obligatorio de una cantidad anual o mensual. Bien, pues, … esa es la diferencia entre los medios políticos y los medios económicos. De acuerdo con Oppenheimer, uno, el método de la producción y el intercambio voluntario, el método del libre mercado, es el “medio económico”; el otro, el método del robo mediante el uso de la violencia (normas jurídicas), lo denominó el “medio político”. Este último es claramente parasitario, dado que requiere de una producción previa que el explotador pueda confiscar, y éste, en lugar de sumar su aporte a la producción total en la sociedad, sustrae sus recursos. Oppenheimer, entonces, procedió a definir al Estado como la “organización de los medios políticos”, a saber, la sistematización del proceso predatorio sobre un área territorial dada.




Extracto de Poder y Mercado
(Votación Política y votación en el Mercado)

Antes de desarrollarse la ciencia económica, se pensaba que el intercambio y el mercado siempre beneficiaban a una parte a expensas de la otra. Esta es la raíz de la versión mercantilista del mercado... [..]... La economía ha demostrado que esto es una falacia, pues en el mercado ambas partes de un intercambio se benefician.

miércoles, 29 de julio de 2015

La Libertad y la Ley - Bruno Leoni

¿Estudias Derecho o conoces a alguien que lo haga?: recomiéndale este libro:


Al final del libro, el Dr. Leoni compara las votaciones legislativas con el proceso de mercado. A continuación adelanto un extracto de esta última parte:


"La votación puede, desde luego, estar precedida por debates y negociaciones, que pueden ser racionales en el mismo sentido que cualquier operación del mercado. Pero cuando llega el momento de votar, ya no se discute o negocia más. Nos hallamos en una esfera distinta. Se acumulan papeletas de voto como podrían acumularse piedras o conchas; la consecuencia es que no se gana porque se posea más razones que otros, sino simplemente porque se dispone de un mayor número de papeletas ...
... el resultado final no es algo que pueda explicarse simplemente como una mezcla o combinación de las razones de todos los votantes. El lenguaje político refleja muy bien este aspecto de la votación: los políticos gustan de hablar de campañas que van a realizar, de batallas que deben ganar, de enemigos a quienes combatir, y así sucesivamente. Este lenguaje no se da, por lo general, en el mercado. Por una razón evidente: mientras en el mercado la oferta y la demanda no sólo son compatibles sino complementarias, en el ámbito político, al que pertenece la legislación, la elección de ganadores por un lado y de perdedores por otro no sólo no son complementarias sino que ni siquiera son compatibles. Es sorprendente que una consideración tan simple —y yo diría tan evidente— de la naturaleza de las decisiones de grupo (y de la votación, en particular, que es el mecanismo habitual empleado para efectuarlas) pase inadvertida tanto a los expertos como al hombre de la calle. La votación, y en particular la votación según la regla mayoritaria, suele considerarse como un procedimiento racional, no sólo en el sentido de que permite alcanzar decisiones cuando los miembros del grupo no se muestran unánimes, sino también en el sentido de que parece ser el procedimiento más lógico dadas las circunstancias... 
De acuerdo con el Dr. Downs, los argumentos básicos a favor de la regla de la mayoría simple se asientan sobre la premisa de que cada votante debería tener un peso igual respecto a los demás votantes. Por consiguiente, si se producen desacuerdos pero la acción no puede posponerse hasta alcanzar la unanimidad, es mejor satisfacer a los más que a los menos. El único arreglo práctico para llevarlo a cabo es la regla de la mayoría simple. Cualquier norma que requiera más que una mayoría simple para la aprobación de un decreto permite a una minoría impedir la actuación de la mayoría, otorgando así al voto de cada miembro de la minoría más peso que al voto de cada miembro de la mayoría.
Prosiguiendo con nuestra equiparación predilecta entre la votación y el funcionamiento del mercado, este argumento parece reducirse a la afirmación de que debemos dar un billete de un dólar a todo el mundo a fin de otorgar a cada uno el mismo poder adquisitivo. Mas cuando consideramos la analogía de cerca, comprendemos que dando por sentado que 51 votantes de un total de 100 son "políticamente" igual a 100, y que los restantes 49 (contrarios) son "políticamente" igual a cero (que es exáctamente, lo que sucede cuando una decisión de grupo se toma conforme a la regla de la mayoría), otorgamos mucho mas "peso" a cada votante que figura en el bando de los 51 ganadores que a cada votante que figura en el de los 49 perdedores.
...
Cuando concebimos la ley como legislación, aparece claramente que la ley y el mercado no pueden en forma alguna considerarse análogos desde el punto de vista del individuo y sus decisiones.
El proceso de mercado y el proceso legislativo se hallan, en realidad, ineludíblemente en desacuerdo. El mercado permite a los individuos efectuar elecciones libres con la única condición de que estén dispuestos a pagarlas, en tanto que la legislación no lo permite".