por Hans-Hermann Hoppe,
traducido por Jorge A. Soler Sanz
Con el colapso del comunismo por toda Europa del Este, los
movimientos secesionistas se encuentran en un proceso de crecimiento
vertiginoso. Hoy por hoy existen más de una docena de estados independientes en
los territorios de la antigua Unión Soviética, y muchos de sus más de 100
grupos étnicos, religiosos y lingüísticos diferentes están luchando por ganar
la independencia. Yugoslavia se ha disuelto en varias unidades nacionales.
Eslovenia, Croacia, Serbia y Bosnia existen hoy como estados independientes. Los
checos y eslovacos se han separado y formado países distintos. Hay alemanes en
Polonia, húngaros en Eslovaquia, húngaros, macedonios y albaneses en Serbia,
alemanes y húngaros en Rumania, turcos y macedonios en Bulgaria, y todos ellos
quieren la independencia. Los sucesos de la Europa del Este también han dado un
nuevo impulso secesionista a la Europa Occidental: a los escoceses e irlandeses
en el Reino Unido, a los vascos y catalanes en España, a los flamencos en
Bélgica, y a los tiroleses y padanos en Italia.