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viernes, 9 de abril de 2010

El juego de las sillas



… En una de las ruedas de prensa más tensas que se recuerdan en la sede del Banco Central Europeo en la ciudad alemana de Fráncfort, el presidente de la entidad monetaria europea ha tenido que lidiar con preguntas muy comprometidas de los periodistas...
Tras varias preguntas seguidas sobre Grecia, Trichet pidió de broma «no más preguntas sobre Grecia», tras lo que un periodista replicó «está bien, olvidémonos de Grecia. Pasemos a España» y las carcajadas resonaron en toda la sala de prensa de la Eurotorre, sede del banco central. A Trichet se le preguntó sobre los problemas de endeudamiento españoles agravados por la burbuja inmobiliaria y también sobre los riesgos tomados «por bancos españoles como el Santander en países como Brasil». Trichet, desconcertado ante esa pregunta, respondió que «el problema de la deuda pública y privada no es un problema de España, ni siquiera un problema europeo. Es un problema que está en todo el mundo».



Bien, Sr. Trichet: ¿Y quien ha creado el problema? ¡Claro, el señor Trichet sólo es un funcionario, y él no ha creado el Sistema Monetario! Así es, pero resulta que él es el "Gerente o Director Ejecutivo" de la única "Empresa" que produce MONEDA DE CURSO LEGAL. El Sr. Trichet es el "JEFE DE LA MULTINACIONAL QUE MONOPOLIZA EL DINERO EN EUROPA".

No sólo sabía lo que se estaba cocinando y calló; sino que él, y sus colegas gobernadores, son los brazos ejecutores de los gobiernos que causan la crisis. Los ciudadanos no podían saberlo.
Hay muchísima gente que sin estar endeudada, ha perdido el trabajo. ¿Cómo podían saber los currantes de la construcción y de todas sus industrias complementarias, que debieron dedicarse a otra cosa porque su sector era sólo una burbuja inflada con " una expansión monetaria sin respaldo de ahorro real"? ¿Cómo podemos saber el resto de los ciudadanos que los bancos, recurrentemente, se endeudan a corto e invierten a largo (descalce de plazos )y que eso pone en serio peligro todos los puestos de trabajo creados con la inflación monetaria?
Es más, en mi opinión, es muy discutible que tengan responsabilidad la gran mayoría de los ciudadanos de a pie que se han endeudado y que ahora no pueden devolver sus créditos. ¿Cómo podían saber los empresarios y toda esta gente que las toneladas de nuevo dinero recibido en forma de nuevos préstamos no estaba respaldado por bienes reales ahorrados? 
¿Por qué razón tendría que secarse de pronto el flujo de ahorro? ¿Comenzaba, acaso la tercera guerra mundial? ¿Iba a caer un meteorito sobre la Tierra? ¿Se esperaba alguna epidemia mortífera universal? ¿Íbamos a proceder a un suicidio colectivo? Estas son buenas razones para que el ahorro a nivel mundial se corte en seco, que suban las tasas de interés (aumento de la preferencia temporal) y que por tanto no puedan concluirse los proyectos emprendidos y se produzca un enorme desempleo.
Pero ninguna catástrofe natural se ha producido. ¿Qué ha pasado entonces?
Trichet sabe que el actual sistema monetario es como el juego de las sillas. En este juego pierde el que se queda sin silla. Pero el "juego del sistema monetario" tiene una gran diferencia: a medida que se dan mas vueltas (más inflación monetaria, más préstamos sin respaldo de ahorro previo), se incorpora más gente al juego y van desapareciendo más y más sillas.

Cualquier empresario puede fracasar en su negocio, despidiendo trabajadores y despilfarrando su propio ahorro o el de otro, pero siempre cabe la posibilidad, al menos teórica, de que el 100% acierte y tenga éxito, siempre y cuando el sistema monetario no distorsione el verdadero capital disponible, es decir, que no crea la ficción de que los factores de producción están en oferta infinita, que no haga parecer que hay bienes reales disponibles para financiar cualquier proyecto por alocado o precipitado que sea. 
En este sistema, con expansiones monetarias recurrentes y las consiguientes recesiones o depresiones, cada vez que se inicia la siguiente comienza el juego de las sillas para todos (empresarios y trabajadores), queramos jugar o no. Aquellos que conozcan este proceso (teoría austriaca del ciclo), sabrán que una vez se deje de inflar la masa monetaria, todo se vendrá abajo, pero, aún así, no podrán predecir cuando sucederá, y por tanto no sabrán cuando escapar de la "orgía crediticia".


Sólo hay una parte de la población que tiene garantizada la silla: todos aquellos que estén bajo la protección de los propietarios, directores e inventores del juego: los que obtienen financiación por medio de la coacción estatal. 
Pero, vamos,... que nadie se confíe!, porque a este paso, todo indica que rodamos directos al FMI o al colapso de todo.




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