La Habana - Cuba - "Matándome lentamente"
Si estás tomando un agradable baño con agua templada y de pronto la temperatura sube a 90 grados, el sistema nervioso envía potentes señales al cerebro en forma de un dolor espantoso para que salgas inmediatamente. Si la señal se bloqueara unos instantes, el resultado serían quemaduras de primer o segundo grado. Si no existiera señal alguna, date por achicharrado. Escaldarse de vez en cuando y curarse las quemaduras es, digamos, sufrir crisis recurrentes. Por el contrario, si estás permanentemente escaldado, no hay crisis (en el sentido habitual que le damos al término en economía), puesto que una crisis ha de venir precedida de un periodo de bienestar.