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jueves, 29 de agosto de 2019

Capitalismo ideal vs. Socialismo ideal (Jason Brenan)



¿Es el socialismo moralmente superior al capitalismo?
El filósofo británico y marxista, Gerald Cohen, escribió el libro “Socialismo ¿por qué no? En respuesta, el profesor Jason Brenan escribió: Capitalismo ¿por qué no?, cuyo prólogo puedes leer aquí.

Capitalismo, ¿por qué no? de [Brennan, Jason]
Capitalismo ¿por qué no?

Cohen, honestamente, reconoce que, en la práctica, el socialismo no funciona, a pesar – según él- de ser moralmente superior. “No funciona porque las personas somos moralmente imperfectas”. Dice que “todos somos socialistas en nuestros corazones”. Él propone un experimento. Imaginemos una pequeña comunidad, un camping socialista. Si con una varita mágica pudiéramos convertir a todos sus habitantes en buenos, amables, generosos, sin envidia, agradecidos, preocupados siempre y en todo momento por cuidarse unos a otros, etc; en resumen: convertir a todos en gente perfecta, entonces, el socialismo si funcionaría. Cohen compara esa comunidad utópica con el capitalismo del mundo real, donde la gente, también real, con sus virtudes y defectos interactúa entre sí persiguiendo beneficios; y constata que, una vez leído su libro, a la pregunta de si pudiéramos elegir en cual de las dos comunidades preferimos vivir, la gente elige la comunidad utópica socialista. Por esa razón, aunque en la práctica no funcione, el socialismo es moralmente superior al capitalismo, concluye Cohen. “Toleramos el capitalismo solo porque creemos que no tenemos otra opción a tolerarlo. Lo hacemos solo porque no sabemos cómo hacer funcionar bien el socialismo. Quizás, dada nuestras falencias cognitivas y morales, es el capitalismo el que «cumple». El socialismo sería entonces el sistema preferido si los humanos fueran moralmente mejores”.
En el fondo, el libro de Cohen confirma la broma que hizo sobre el socialismo el biólogo social Edward Wilson: "Gran teoría, especie equivocada".


Jason Brenan
Brenan, en su libro, opone que Cohen hace trampa. Compara una comunidad resultado de “socialismo más ángeles” con una comunidad resultado de “capitalismo más gente normal”. Para averiguar qué sistema es moralmente superior habría que comparar, “socialismo + gente perfecta” con “capitalismo + gente perfecta”. A continuación, Brenan, en su libro, describe cómo sería el capitalismo con gente moralmente perfecta. Y por último realiza – a sus alumnos-  la misma pregunta que Cohen: ¿en cual de los dos sistemas preferirías vivir? Brenan afirma que sus alumnos han respondido, abrumadoramente, que prefieren vivir en un sistema capitalista con gente moralmente perfecta. 

Adelantemos que, una de las razones de esta preferencia, de acuerdo con Brenan, es la libertad que existe en la utopía capitalista y de la que carece la comunidad utópica socialista. Por ello, el capitalismo es moralmente superior, afirma Brenan. En la comunidad utópica capitalista puedes vivir tu vida de diferentes maneras, tienes muchas opciones diferentes. En la comunidad utópica socialista, todo es de una sola manera. En ambas sociedades la gente es generosa, amable, agradecida, carecen de envidia, se preocupan unos de otros; se cuidan entre sí, sin que nadie elija – voluntariamente- hacerse objeto de caridad. Pero en la comunidad socialista todo proyecto se decide colectivamente. En la comunidad utópica capitalista, en cambio, cada cual, puede tener su propio proyecto de vida asociándose con quien desee para llevarlo a cabo, respetando los proyectos de los demás, sin recurrir jamás a la violencia o amenaza de violencia, es decir, no tienen necesidad de maquinaria política, ya que, partimos, al igual que hace Cohen, del presupuesto de que sus habitantes son ética y moralmente perfectos. "En resumen, en la utopía capitalista - en palabras de Tomasi - todo el mundo tiene la posibilidad de ser “arquitecto de su propia vida”. Para la mayoría de la gente, sino toda, esto significa que necesitan una amplia esfera de libertad donde poder tomar las decisiones del ámbito económico. Como dice Tomasi, la gente está definida por las elecciones que hace, por lo que elige hacer y en qué términos elija hacerlo. Considera las siguientes preguntas: ¿Dónde debo trabajar y en qué términos? ¿Cuánto debo consumir y cuánto debo ahorrar? ¿Cómo debo ahorrar? ¿Qué debo consumir? ¿Cómo voy a decidir entre los diferentes bienes y servicios posibles? ¿Es más importante tener un auto deportivo o salir de vacaciones con la familia? ¿Debemos ampliar nuestra casa o enviar a nuestros hijos a un buen campamento durante el verano? Hay infinitos ejemplos como estos. En una sociedad capitalista todos somos planificadores económicos. Todos nos enfrentamos constantemente a decisiones económicas. El cómo la gente responde a esas opciones refleja y ayuda a determinar quiénes son como individuos. Según Tomasi, estos no son meros detalles de la vida de una persona. Una sociedad que niega a sus individuos el derecho a tomar decisiones acerca de su vida laboral truncaría la habilidad de estos de ser responsables de sus propias vidas. De hecho, una vez negadas esas libertades, los ciudadanos ya no serían arquitectos de sus propias vidas".


Capitalismo ideal Vs Socialismo ideal -Jason Brennan


Pero esto no es todo.

Todo sistema económico necesita de tres elementos para funcionar.
  1. Primero: necesita incentivos; necesita de alguna manera inducir a la gente a actuar de acuerdo a la información que recibe. 
  2. Segundo: necesita información [sistema de precios -cálculo económico]; necesita alguna manera de coordinar las acciones de la gente, sugerirle qué hacer teniendo en cuenta lo que otros están haciendo.
  3. Tercero, debido a que la gente se equivoca, todo sistema económico necesita aprendizaje –un proceso de "prueba y error" mediante el cual la gente responda cada vez mejor a las señales [pérdidas y ganancias] en función de la información e incentivos que recibe.

  • El punto número uno, el problema de incentivos, quedaría resuelto en la utopía de Cohen. "De acuerdo con los economistas, el socialismo sería inviable por el problema moral de los seres humanos. “Al tener tanto poder, los gobiernos socialistas son objeto de deseo para los sociópatas asesinos y hambrientos de poder. Además, el socialismo también fallaría al no poder motivar a la gente egoísta a trabajar por el bien de los demás. En la práctica, el lema «de cada uno según sus capacidades y para cada uno según sus necesidades» falla en explotar los talentos de las personas y, a su vez, en responder a sus necesidades. Pero si la gente fuese virtuosa, no serían corrompidos ni tentados por el poder y, además, trabajarían por el bien común sin demandar reconocimientos o premios extra”.

La moralidad del lucro - Jason Brenan

  • Sin embargo, los puntos dos y tres (información - precios de mercado - cálculo económico - pérdidas y ganancias - aprendizaje) persisten en la utopía de Cohen.“La información, un problema poco familiar si es que no se tienen estudios de economía. Los economistas argumentan que el socialismo fracasa porque es imposible que los planificadores del sistema económico socialista logren obtener y procesar toda la información necesaria para hacerlo funcionar”. El socialismo fracasa, pues, debido a nuestras limitaciones cognitivas. La teoría económica nos dice que en la comunidad socialista (fuera del ámbito familiar o tribal) no es posible el cálculo económico racional, debido a la inexistencia de propiedad privada de los medios de producción y por tanto, a la carencia del sistema de precios de mercado. “Los precios de mercado no son, como comúnmente cree la gente, precios arbitrarios fijados por comerciantes caprichosos”. Son función del resultado de la oferta y la demanda; son resultado del intercambio de derechos de propiedad. “Los precios de mercado transmiten información acerca de la escasez de los productos en relación a la demanda que existe por ellos y, por lo tanto, le indican a productores y consumidores cómo ajustar su comportamiento ante las necesidades y deseos de otra gente. Pocas personas, con excepción de los economistas académicos, entienden qué son los precios, cómo transmiten y transportan información y cómo ellos mismos coordinan a millones de personas para que trabajen conjuntamente. Sin embargo, la real magia de los precios es que nos ayudan a trabajar conjuntamente sin que tengamos idea de lo que significan. Es decir, la gente no necesita entender cómo funciona el mercado para hacerlo funcionar”. Mucha gente de izquierda quiere limitar esa libertad económica porque creen que otorgarla hace llegar a malos resultados en el mundo real. Están preocupados de que los capitalistas exploten a los trabajadores, de que los ricos corrompan la democracia, que los de menos recursos no puedan surgir o sean poco conscientes a la hora de tomar decisiones racionales acerca de cuánto gastar y ahorrar. En algún grado tienen algo de razón. Sin embargo, ninguna de estas preocupaciones tiene sentido en una utopía capitalista. Si estamos bajo las reglas de Cohen, si estamos conversando acerca de cómo sería una sociedad justa, entonces estamos hablando sobre un mundo donde la gente es demasiado buena y justa como para hacer algo malo".

La pobreza como problema - Jason Brenan


Vemos pues, que "en las condiciones utópicas de Cohen, el problema de los incentivos en el mundo socialista desaparece. Sin embargo, el problema de la información persiste. Así, por lo tanto, bajo las condiciones utópicas, si la gente se quiere beneficiar de la división del trabajo y poder cooperar y trabajar en conjunto con cientos de miles, o miles de millones de personas, necesitarán de los mercados".

“En el capitalismo del mundo real, comúnmente hacemos intercambios con gente que nos importa poco. En una utopía de gente perfecta, tanto en la de Cohen como en la de Brenan, sin embargo, todos están motivados por el fuerte deseo de promover el bien común y el bien para todos. Esta es, por tanto, una razón para preferir los mercados, no para evitarlos. En una sociedad ideal, se supone que todos están motivados por la promoción del bien para todos, no solo del bien para ellos individualmente. Si esto es así, entonces la mayoría de la gente estaría motivada a participar de los mercados. Si quieren coordinar colectivamente y de la mejor manera sus actividades, la forma de promover el bien para los demás, la manera más efectiva de hacerlo es a través de los mercados. Los precios de mercado entregan información acerca de la escasez relativa de los bienes, a la luz de la demanda efectiva que existe por ellos. De esta forma, los precios de mercado, ante la escasez, informan cómo ajustar el comportamiento tanto a productores como a consumidores. Cuando lo que está en juego es utilizar al máximo la información existente para así organizar de la mejor manera una economía grande, nada es superior al mercado”.

Además, "existe una asimetría esencial entre las visiones utópicas del capitalismo y el socialismo. Los capitalistas permiten el socialismo, pero los socialistas prohíben el capitalismo. El capitalismo permite que la gente tenga propiedad individual de los medios de producción, pero también permite que tenga propiedad de manera colectiva con otra gente. Por el contrario, el socialismo prohíbe que la gente tenga propiedad privada y solo le permite tener propiedad compartida con todos. Una utopía capitalista permitiría que la gente formara sus comunidades, pero una utopía socialista prohibiría que una persona fuera dueña de su fábrica. Cohen cree que lo mejor es que todos vivamos como en el sistema del camping socialista. Reclutaría a todos para que lo acompañasen a su camping. Haría funcionar, si pudiese, la varita mágica que nos comprometería a todos a vivir en comunidad. Tiene una sola visión para su utopía. Su visión está bien, como existen otras visiones también. La visión de la utopía capitalista es más grande y amplia que la de Cohen. Una sociedad utópica libertaria, laissez-faire y pro-mercado acepta utopías socialistas dentro de ella, siempre y cuando las personas que las habiten estén ahí voluntariamente. Las sociedades utópicas capitalistas pueden contener sociedades socialistas dentro de ella. Como bien señala Nozick en su libro Anarchy, State and Utopia, la utopía capitalista no es realmente una utopía, sino muchas. Provee una «estructura» donde muchas utopías diferentes pueden coexistir en paz y respeto mutuo. Esto es crucial, porque la gente es diferente. Difieren en temperamento, intereses, habilidades intelectuales, búsquedas espirituales y el tipo de vida que se busca llevar. Divergen en los valores que tienen y también en la importancia que le dan a cada uno… No existe una razón para pensar que existe una única comunidad que servirá como la ideal para toda la gente y, por el contrario, es mucho más normal pensar que tal comunidad no existe".



CONCLUSIÓN

"Cohen insiste en que nuestras teorías de la justicia deberían ser en función de qué es lo mejor y nada más. No deberían ser en función de qué es lo mejor considerando que la gente es egoísta y desagradable. La justicia, entonces, es aquello que ocurre en un mundo donde la gente tiene motivaciones moralmente perfectas y siempre hace lo que la moral requiere de ellas. En ese tipo de mundo, los problemas de la vida real del socialismo desaparecen y, por lo tanto, señala Cohen, el socialismo es deseable para vivir". Está en lo correcto pero sólo respecto al problema de los incentivos. "Sin embargo, en ese tipo de mundo, los problemas de la vida real del capitalismo también desaparecen, mientras que todas las otras virtudes permanecen [información, sistema de precios, cálculo económico, señales -pérdidas y ganancias]. Y en eso radica toda la diferencia.

Los socialistas nos han estado ofreciendo siempre un producto inferior. El capitalismo ideal es mejor que el socialismo ideal, y el capitalismo real es mejor que el socialismo real". Y lo es, solo desde un punto de vista económico, sino también desde un punto de vista psicológico. En el denominado socialismo real, se destruye el alma de las personas.

  • - Johan Norberg:




  • - En el capitalismo real, ocurre esto:


Vídeo completo del momento en el que todo el público lleva en volandas a un chico en silla de ruedas en el concierto de Arch Enemy, Festival Resurrection Fest 2019, Viveiro (Lugo).
Este emotivo acto no fue realizado por gente perfecta en una utopía socialista, sino que lo hizo gente normal, con un aceptable nivel de vida, en un país occidental, "capitalista real", es decir, con una aceptable (no plena) libertad económica. No permitamos que la sociedad cambie a peor convirtiéndola en una comunidad socialista real con gente normal [no utópica], es decir, sin libertad económica, con mísero nivel de vida, donde a cada individuo o pequeño grupo no le queda otra que preocuparse, a tiempo completo, de su propia supervivencia física  y por tanto, con escasa o nula probabilidad de que surjan, de forma espontánea, actos de solidaridad, como este, mas allá del pequeño entorno familiar o núcleo de convivencia.

















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