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lunes, 22 de junio de 2009

"Mucha policía poca diversión, un error" ( I )

La fatal arrogancia de los políticos no tiene límite en el intento de organizar la sociedad a golpe de "Boletín Oficial", es decir, mediante agresiones sistemáticas ("mucha policía") a las relaciones humanas ("diversión": creatividad, libre acceso a la función empresarial, contratos libres, dinamismo, libertad).
Este entorno intervencionista actual, donde las Administraciones públicas se nos meten hasta la cocina, el baño y la alcoba, es caldo de cultivo para que miles de personas con "buenos cerebros" dediquen buena parte de su vida profesional a conseguir del gobierno de turno, regulaciones, privilegios, y medidas coactivas sobre el resto de la población para evitar la competencia (el libre acceso a la función empresarial) y consolidar su posición económico-financiera a costa del expolio de las clases medias y bajas.
Las regulaciones sin fin no hacen sino corregir anteriores regulaciones. Tenemos más inseguridad jurídica, desánimo, más incertidumbre, picaresca, burla de la Ley, descrédito del Derecho, repugnancia por la política, cultura del pelotazo, y en última instancia, más pobreza para todos: menos bienes de capital por habitante (la tarta se reduce).

Una vez que la presión fiscal nos llega hasta las orejas, el recurso de los gobiernos – como ya he comentado en otras entradas- para conseguir el milagro de los panes y los peces, es la manipulación del dinero, del crédito y del tipo de interés. Todos los que hemos trabajado en un banco o caja, y nos han puesto la cabeza como un bombo a base de objetivos, sabemos (o deberíamos saber) cómo hemos llegado a esto (4 millones de parados y los que vendrán), y para muestra un botón.
Veamoslo de forma resumida:

- Tu ingresas en una cuenta corriente a la vista de mi banco o caja, 100.000€ y yo te regalo un MP4 y dos "pifostios" made in china.
- Yo consigo – para cumplir objetivos- que Fulanito, el constructor, me pida prestado 98.000€ a X años para construir una vivienda.
- Al día siguiente tu retiras de tu cuenta los 100.000€ en papel moneda pero yo ya no los tengo. Solo tengo guardado el coeficiente de caja que marca la ley (un 2%)- Entonces, mi banco pide prestado en el interbancario y en última instancia, pedirá prestado al Banco Central (el fabricante de papel moneda), que me refinancia la deuda que tengo contigo a corto plazo, poniendo yo como garantía el crédito de 98.000€ y cobrándome - el banco central– un interés muy bajo
- Primer resultado que vemos: EL BANCO CENTRAL PARA EVITAR LA SUSPENSIÓN DE PAGOS DE MI BANCO, HA PERMITIDO Y ORQUESTADO LA CREACION DE "DINERO FIAT" (medios de pago -o de intercambio- de curso forzoso) DE LA NADA (llámalo como quieras:"creación de moneda contra bienes futuros" o lo que te parezca; yo lo llamo DE LA NADA). En este caso, exáctamente 98.000€
- Mientras tanto, yo sigo regalando “pifostiosmade in china. Un nuevo cliente saca su dinero del banco de la esquina y lo ingresa en mi banco. Otros 96.000€ en cuenta corriente a la vista. Y yo vuelvo a dar otro préstamo de 94.000€ a 5 ó a 50 años a un interés muy bajo ya que la financiación que obtengo del banco central es a tipos aún mas bajos. Percátense que el "banco de la esquina" ya ha podido conceder crédito teniendo como base el depósito que mi nuevo cliente ha retirado del banco de la esquina y ahora lo ha depositado en mi banco. Y a su vez, los 94.000€ que acabo de conceder pueden haber sido ingresados como pago a un cliente del banco de la esquina, por lo que éste verá de nuevo ampliada su base monetaria para conceder nuevos préstamos.
- Si mi nuevo cliente (el de los 96.000€) retira su dinero, recurriré de nuevo al interbancario o al prestamista de última instancia (el Banco Central), que volverá a refinanciarme la deuda a tipos muy bajos (incluso a tipos reales negativos) poniendo de nuevo en circulación más cantidad de moneda, es decir, "dinero creado de la nada". Si no lo hiciera, mi banco entraría en suspensión de pagos.
- Aunque desde una simple sucursal no palpamos o sentimos la presencia del Banco Central, lo primero que nos resulta "mosqueante" es que al ir cumpliendo objetivos, éstos consistan permanentemente en "enganchar" dinero de clientes casi siempre, a corto plazo, y sin embargo -invertir- prestárselo a otros clientes a muy largo plazo, (40 años una hipoteca, 8 ó 10 años para compra de vehículo o 10 años en Deuda Pública ...). Y no necesariamente en ese orden. Es decir, el dinero que se presta, en realidad, los de abajo, los de las sucursales, no sabemos de donde sale.
Es un asiento contable: "préstamo a cuenta corriente"; habiéndose creado la cuenta corriente como por arte de magia.



"Los bancos no prestan sus depósitos, sino que mas bien, mediante su extensión del crédito, crean los depósitos" (Davenport, The Economics of Enterprise 1913)



Bien, seguimos. Ahora resulta que en la reunión mensual o trimestral que tenemos por la tarde los de las sucursales, descubrimos que en todas las oficinas es lo mismo: nuestro "activo real" (lo que nuestros clientes nos deben; es decir, los préstamos que concedemos) parecen crecer antes -o al menos simultaneamente- que nuestro pasivo (lo que nosotros debemos a nuestros clientes). Es como un artificio para igualar contablemente activo y pasivo. ¿Esto, cómo es?. Si en todas las sucursales y en todos los bancos y cajas, es así (que lo es), cualquier empleado de banca puede preguntarse ¿esto como diablos se sostiene si resulta que no es necesario que previamente nos depositen dinero para que nosotros lo prestemos a largo plazo? 

- Prosigamos: El gobierno emite deuda pública (Letras del Tesoro), y mi banco compra (o se ve forzado a comprar, porque para eso se le conceden los privilegios de la perpetua refinanciación). Pero no hay problema porque esa compra no evitará que se concedan nuevos préstamos. La deuda de los gobiernos occidentales está calificada como triple A por esas agencias de calificación "burocráticas", así que se puede poner y se pone como garantía (o colateral) frente al Banco Central para obtener de él nueva liquidez a tipos mas bajos que la deuda emitida por el gobierno. Este nuevo dinero, o como quiera llamarse, se utilizará para conceder más prestamos o para hacer frente a la deuda a corto (los depósitos a la vista).
- Toda esta estrategia tan lucrativa se la conoce como endeudarse a corto para invertir a largo (descalce de plazos); y como se ve claramente, implica una perpetua falta de liquidez y la creación constante de nuevo dinero (aumento de la masa monetaria mediante expansión artificial del crédito y monetización de deuda) autorizada y dirigida por los Bancos Centrales, para evitar que todo el sistema financiero entre en suspensión de pagos.
- Ahora resulta que Fulanito el constructor ha terminado la vivienda y quiere venderla pero como aquí no ha ahorrado nadie nada porque “ni cristo” ha reducido o sacrificado el consumo, pues ¿a ver quien coño se la compra?
- No hay problema. Mi banco le concede a Menganito un préstamo por el cien por cien y además un pico extra para la luna de miel y el coche y le abrimos directamente una cuenta corriente, le "reconocemos" un "depósito" creado de la nada, porque para eso tengo detrás al banco central como prestamista de última instancia dispuesto a salvarme el trasero. Y el vendedor aceptará ese "depósito" como medio de pago, creyendo que ha cobrado al contado la venta de su vivienda, cuando en realidad, al aceptar el depósito, se ha convertido en acreedor del banco. Además con toda seguridad una parte de los pagos realizados con ese (y con todos los préstamos que concede mi banco) será cobrada por clientes de mi propio banco, por lo que ese dinero regresará y servirá para mantener el coeficiente de caja de todos los depósitos que mi banco cree de la nada en forma de cuentas corrientes a la vista abiertas a los clientes que nos han solicitado un préstamo.
- Hay que tener en cuenta que todo el dinero nuevo, - los nuevos medios de pago creados mediante asientos contables-, se va ingresando en otros bancos o cajas (incluso se puede quedar en el propio banco o regresar, tal y como acabo de mencionar), y que sólo hay obligación de mantener, como reserva, en papel moneda, el 2% de coeficiente de caja del total de los depósitos por lo que la expansión monetaria puede ser gigantesca; siempre y cuando, el Banco Central controle que todas las entidades expandan al mismo ritmo y mantenga bajo el tipo de interés de intervención. Y a ver si tiene "eggs" de subirlo cuando la economía parece ir viento en popa.
- Así que ahora, multiplica estas operaciones por cientos de miles de veces; y se puede entrever que las consecuencias no pueden ser nada buenas ni para el banco ni para el sistema financiero y monetario ni para la economía real, puesto que el "dinero en circulación" está creado como deuda. Pero es deuda que se paga con nueva deuda. Son cadenas crediticias explosivas. El dinero, el papel moneda, ya no está respaldado por ORO, como sucedía antes. Ahora está respaldado, en su mayor parte, por bienes futuros - o sea, deuda-. Bienes que probablemente nunca llegarán a producirse si la expansión monetaria se descontrola. Esa deuda está respaldada por los activos (presentes y futuros) que la garantizan. Y el mayor deudor es con mucha diferencia el Estado y los propios bancos, que a su vez invierten en créditos que otorgan a largo plazo. Créditos que si no se devuelven al vencimiento y se vuelve a prestar, al menos el mismo importe, contraerá bruscamente la masa monetaria y por tanto se producirá un terremoto (deflación) en los precios de todos los bienes y servicios de la economía; a no ser que alguien detenga la espiral cuanto antes, dándole a la manivela de imprimir, y por tanto, apropiándose de los bienes producidos por otros, a cambio de simple papel moneda.
- Los banqueros lo saben. Conocen el tinglado, pero a ver quien es el listo que frena primero y corta el crédito. Si algún banco aislado lo corta y sin embargo, la orgía de los demás continúa mucho tiempo más, -"y nadie sabe cuando se acabará la fiesta y se irán las putas"-, entonces se quedará fuera del mercado. Se quedará sin clientes, o con una cuota insignificante. Y al más pequeño, cuando se descubra la insolvencia de todo el sistema, se le dejará quebrar.

- Además, para atraer clientes, se inventan nuevos engendros financieros (fondos de inversión muy raros, participaciones preferentes ... con posibilidad de obtener mayores rentabilidades, etc). Suponen más riesgo, pero siempre se le dice al cliente, que puede solicitar el reembolso en el momento que lo desee (con una penalización). Es decir se sigue manteniendo con ellos una deuda a corto plazo mientras el banco invierte a largo cobrando mayores tipos de interés. Todo el dinero invertido a largo; es decir, en hipotecas, en deuda pública (Letras y Bonos del Estado, de Gobiernos Autónomos, Ayuntamientos o Empresas Públicas) o préstamos al consumo a largo plazo; o en todos ellos juntos, empaquetados y titulizados vete a saber donde y como.
- Pero no importa porque, cuando surjan problemas, para eso está el Banco Central. Para proporcionarnos liquidez con su maquinita de imprimir billetes - manteniendo artificialmente bajo el tipo de interés -.
- Así, poco a poco, se va multiplicando la masa monetaria. Hoy en día, de toda la masa monetaria en circulación, apenas el 10% es dinero metálico (monedas y billetes). El resto es deuda bancaria; asientos contables; pero, al fin y al cabo, para la gente normal y corriente, dinero igual de válido para el intercambio de bienes y servicios a través de cheques, transferencias, tarjetas de débito, talones, pagarés... Eso sí, creando perpetua inflación de precios (pero ahí ya entraré otro día)-.

Pero esto no es lo peor, la inflación de precios. Lo peor es el impacto que causa la expansión crediticia sobre la economía real: descoordinación entre ahorradores y consumidores, malas inversiones, inversiones equivocadas, inversiones precipitadas, despilfarro y sobre-consumo brutal. Y como broche final, desempleo masivo y destrucción de bienes de capital. Provocado todo ello, por los cientos de miles de millones de préstamos sin respaldo de ahorro previo. O mejor dicho, para ser más correctos, millones de préstamos que se conceden como si se hubiera incrementado en la misma proporción el ahorro real de la sociedad. Pero no es así.

La foto a día de hoy es que los activos que respaldan los créditos concedidos no valen una mierda. Todavía no se han cuantificado en los balances, es decir, se mantienen en los balances de los bancos y cajas de ahorro, los precios de mercado de los activos (viviendas, suelo, ... etc) con el mismo importe que tenían en la fecha en que se concedieron los créditos (aunque estos se encuentren en mora o ya impagados); por lo que el agujero es enorme y todavía inexcrutable porque la deuda a corto de los bancos (los depósitos) es la misma. Y lo que es peor, se están refinanciando deudas de empresas "zombis" por lo que se está bloqueando la movilidad de los recursos (bienes de capital), condición necesaria para la recuperación económica.

Parece ser que las relaciones entre el "dinero", el crédito, los gobiernos y la gente que utilizamos esos medios de intercambio, son tan difíciles de comprender que en futuras recesiones o depresiones económicas, pueden aparecer movimientos de masas que, incluso mediante elecciones democráticas, alcancen el poder político: arrogantes científicos sociales", totalitarismos de izquierda o derecha, que nos conduzcan a la catástrofe colectivista. 


!Mucha policia, poca diversión, un error!

Edito el post para añadir los videos de abajo.
Hemos fabricado una sociedad de arriba a abajo con infinitas regulaciones y mandatos coactivos, pero lo que necesitamos es un ESTADO DE DERECHO de abajo a arriba, un ORDEN ESPONTANEO (segundo video)






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