La fatal arrogancia de los políticos no tiene límite en el intento de organizar la sociedad a golpe de "Boletín Oficial", es decir, mediante agresiones sistemáticas ("mucha policía") a las relaciones humanas ("diversión": creatividad, libre acceso a la función empresarial, contratos libres, dinamismo, libertad).
Este entorno intervencionista actual, donde las Administraciones públicas se nos meten hasta la cocina, el baño y la alcoba, es caldo de cultivo para que miles de personas con "buenos cerebros" dediquen buena parte de su vida profesional a conseguir del gobierno de turno, regulaciones, privilegios, y medidas coactivas sobre el resto de la población para evitar la competencia (el libre acceso a la función empresarial) y consolidar su posición económico-financiera a costa del expolio de las clases medias y bajas.
Las regulaciones sin fin no hacen sino corregir anteriores regulaciones. Tenemos más inseguridad jurídica, desánimo, más incertidumbre, picaresca, burla de la Ley, descrédito del Derecho, repugnancia por la política, cultura del pelotazo, y en última instancia, más pobreza para todos: menos bienes de capital por habitante (la tarta se reduce).
Este entorno intervencionista actual, donde las Administraciones públicas se nos meten hasta la cocina, el baño y la alcoba, es caldo de cultivo para que miles de personas con "buenos cerebros" dediquen buena parte de su vida profesional a conseguir del gobierno de turno, regulaciones, privilegios, y medidas coactivas sobre el resto de la población para evitar la competencia (el libre acceso a la función empresarial) y consolidar su posición económico-financiera a costa del expolio de las clases medias y bajas.
Las regulaciones sin fin no hacen sino corregir anteriores regulaciones. Tenemos más inseguridad jurídica, desánimo, más incertidumbre, picaresca, burla de la Ley, descrédito del Derecho, repugnancia por la política, cultura del pelotazo, y en última instancia, más pobreza para todos: menos bienes de capital por habitante (la tarta se reduce).
Una vez que la presión fiscal nos llega hasta las orejas, el recurso de los gobiernos – como ya he comentado en otras entradas- para conseguir el milagro de los panes y los peces, es la manipulación del dinero, del crédito y del tipo de interés. Todos los que hemos trabajado en un banco o caja, y nos han puesto la cabeza como un bombo a base de objetivos, sabemos (o deberíamos saber) cómo hemos llegado a esto (4 millones de parados y los que vendrán), y para muestra un botón.
Veamoslo de forma resumida: