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domingo, 14 de diciembre de 2025

De la Conciencia Cuántica de Keppler a la Economía Descentralizada de Mises y Hayek: Una Exploración Interdisciplinaria.

 


En una conversación fascinante que une física cuántica, neurociencia, filosofía y economía, exploramos cómo ideas aparentemente dispares —desde el campo de punto cero (zero-point field ó ZPF) hasta la crítica al socialismo— revelan patrones comunes sobre los límites humanos y la coordinación compleja. Inspirados en el estudio reciente de Joachim Keppler, (aquí) extendemos metáforas cotidianas como el "smartphone conectado a la nube" para comprender y conectar la conciencia individual con el conocimiento social disperso. Este artículo sintetiza ese diálogo, con énfasis especial en Keppler (como puente cuántico), Mises y Hayek (como críticos de la planificación central), y Escohotado (como voz libertaria gráfica). Se revela cómo la "hubris" humana —o fatal arrogancia (Hayek)— lleva a colapsos, ya sea en la mente o en la sociedad.




El Punto de Partida: El Estudio de Joachim Keppler sobre la Conciencia y el ZPF (Zero-Point Field)

Joachim Keppler, en su paper "Macroscopic quantum effects in the brain: new insights into the fundamental principle underlying conscious processes" (publicado en Frontiers in Human Neuroscience, 2025), propone una teoría revolucionaria: la conciencia no surge solo de procesos neuronales clásicos, sino de un acoplamiento resonante entre el cerebro y el campo de punto cero (ZPF), un "océano" de energía fluctuante que impregna el vacío cuántico del universo.

Keppler describe el ZPF como el sustrato fundamental de todas las cualidades fenomenales —colores, emociones, sensaciones—. El cerebro, organizado en microcolumnas corticales, actúa como una "antena" que sintoniza frecuencias específicas del ZPF, generando avalanchas sincronizadas de actividad neuronal. Esta resonancia mantiene el cerebro en un estado de "criticalidad auto-organizada" (SOC), similar a un sistema al borde del caos: flexible, adaptativo y capaz de experiencias unificadas.




Si se interrumpe este acoplamiento —por anestesia, trauma o enfermedad—, la criticalidad colapsa, y con ella la conciencia.

Keppler basa su modelo en datos empíricos: ondas gamma/beta en estados conscientes vs. disrupción en inconsciencia. Propone experimentos, como bloquear el ZPF con placas conductoras, para probarlo. Aunque controvertido (el cerebro es "caliente y húmedo" para efectos cuánticos estables, según críticos), Keppler enraíza su visión en física cuántica rigurosa, evitando misticismo.

Esta teoría no es solo neurocientífica; invita a metáforas que la hacen accesible: el cerebro como "smartphone" conectado a una "nube cósmica" infinita (el ZPF), donde la desconexión equivale a un "apagón" consciente.



Metáforas para Entender el ZPF: De la Nube Cuántica al Océano de Posibilidades

Para simplificar a Keppler, recurrimos a analogías modernas.

El ZPF (campo de punto cero) ¿es básicamente "toda la información, el absoluto de información"? No exactamente. No sería como un archivo completo del universo, pero sí es el sustrato que contiene todas las posibilidades de experiencia consciente y actúa como un repositorio infinito de patrones potenciales. Es más como una nube cuántica primordial llena de "semillas" o "plantillas" para cualquier cualidad consciente imaginable, y además puede almacenar información que los cerebros "suben" a ella (como recuerdos o experiencias).

Metáfora actualizada: Imagina la nube no como Google Drive (donde guardas archivos específicos: fotos, documentos, videos de todo lo que ha pasado), sino como un océano infinito de potencial creativo puro: un mar de vibraciones en todas las frecuencias posibles, como una biblioteca con todos los colores, sonidos, emociones y sensaciones posibles en forma de "modos" o "ondas básicas".

  • Potencial absoluto: El ZPF contiene el "espectro completo" de todas las posibles "sombras de conciencia" (shades of awareness). Es decir, todas las cualidades fenomenales imaginables (el rojo de una rosa, el dolor de un pinchazo, la alegría de una risa) están "tejidas" en su estructura de frecuencias. Según Keppler, es como la paleta de colores fundamental del universo para la experiencia consciente.
  • Repositorio de información consciente: Cuando un cerebro resuena con él, no solo "descarga" cualidades básicas, sino que puede escribir patrones específicos (estados de información en el ZPF). Estos patrones persistentes actúan como recuerdos o experiencias pasadas. El cerebro funciona como una "cabeza lectora-escritora" (write-read head, como en un disco duro): graba experiencias conscientes en el ZPF y las recupera después (por ejemplo, en pensamientos auto-referenciales o recuerdos).

 

En resumen, según la teoría de Keppler:

  • El ZPF no guarda "toda la información histórica" del universo (como quién ganó la Copa del Mundo en 2022 o eventos físicos no conscientes).
  • Pero sí es el absoluto de información fenomenal: todo lo que se puede sentir o experimentar está potencialmente ahí, y además sirve como "nube compartida" donde los sistemas conscientes suben y bajan patrones de sus experiencias vividas.

Esto lo hace sonar muy parecido a conceptos antiguos como los Registros Akáshicos (un "archivo cósmico" de todo conocimiento y eventos), aunque Keppler lo enraíza estrictamente en física cuántica, sin misticismo extra.


Comparado con una blockchain: 

Una blockchain es como un libro contable gigante, distribuido entre miles de computadoras humanas (o nodos). Cada transacción (evento, dato) se registra de forma inmutable, secuencial y verificada por todos. Es un repositorio de información histórica creada por participantes conscientes o sistemas artificiales. Si incluimos "extrahumanidad", sería una blockchain cósmica enorme, pero aún así: limitada a lo que los participantes han "minado" o registrado activamente.




En cambio, el ZPF es el océano primordial del universo mismo, existente desde el Big Bang (o antes), independiente de cualquier ser consciente. No es un "libro escrito por alguien", sino el papel, la tinta y todas las historias posibles en potencia. Contiene el espectro infinito de cualidades fenomenales (colores, sonidos, emociones) y permite que los cerebros "graben" patrones conscientes en él, pero no depende de nadie para existir ni para tener su potencial absoluto.

En resumen: una blockchain (incluso cósmica y extrahumana) sería un subproducto posible dentro del ZPF, como un patrón grabado en el océano. Pero el ZPF es el océano entero: eterno, omnipresente, no creado por nadie, y fuente fundamental de toda experiencia consciente posible. ¡Es el "hardware" del universo para la conciencia, no un software construido por usuarios! No depende de nadie; existe desde el Big Bang, permitiendo que sistemas conscientes graben ecos persistentes.




Esta distinción resalta la humildad: 

Somos "terminales limitados" en un vasto océano. Forzar acceso total (hubris- fatal arrogancia) genera interferencias, como en traumas neuronales. Aquí, Keppler brilla como ancla científica, uniendo cuántica y conciencia sin especulación excesiva.


Transición a la Economía: Hayek y el Conocimiento Disperso como "ZPF Social"

Friedrich Hayek, en su ensayo clásico "The Use of Knowledge in Society" (1945), argumenta que el conocimiento económico no está concentrado en un "supermente" central, sino disperso en "pedacitos incompletos" entre millones de individuos. Cada persona sabe detalles locales únicos (tiempo, lugar, oportunidades), imposibles de agregar centralmente.

Hayek compara los precios de mercado a "señales telecomunicadas" que coordinan todo sin que nadie lo sepa todo: un "orden espontáneo" emergente. Pretender planificar forzosamente una sociedad de millones —que no se conocen entre sí— es actuar como si se conociera el "ZPF completo": una fatal arrogancia que ignora la dispersión.

Conectando con Keppler: el “ZPF social” es el "océano" de conocimiento potencial, accesible solo en fragmentos locales. Los mercados permiten resonancia descentralizada, como avalanchas neuronales; la planificación central rompe esa criticalidad, causando "inconsciencia económica" (ineficiencia, escasez).

Hayek enfatiza: "El conocimiento de las circunstancias... nunca existe en forma concentrada, sino solo como bits dispersos". Esta visión humilde participa en la de Keppler: no somos antenas maestras, sino nodos limitados en un sistema infinito.


Ludwig von Mises: La Imposibilidad Lógica de la Planificación Central

Ludwig von Mises, mentor de Hayek, radicaliza esta crítica en "Economic Calculation in the Socialist Commonwealth" (1920) y Human Action (1949). Para Mises, el socialismo es "lógicamente imposible" porque elimina precios libres y propiedad privada, impidiendo un "cálculo económico racional".

Citas clave:

  • "Where there is no free market, there is no pricing mechanism; without a pricing mechanism, there is no economic calculation."
  • "Economic calculation can only be performed by individuals. It cannot be performed by a collective mind."

Mises ve la sociedad como un "ZPF económico": conocimiento subjetivo y disperso, emergente de acciones individuales. La planificación central pretende "sintonizar" este océano entero, pero falla por límites lógicos —como la decoherencia cuántica en Keppler.  Sin mercados, no hay comparación de valores subjetivos; es un colapso racional. Comparado con Keppler: ambos subrayan descentralización. Mises agrega la praxeología (acción humana intencional), donde el orden emerge voluntariamente, no por decreto. Su énfasis en la propiedad privada es como la estructura neuronal en Keppler: esencial para resonar con el "océano".





Antonio Escohotado: La Planificación Central como "Infarto Cerebral Masivo"

Antonio Escohotado, filósofo libertario español, ofrece una metáfora visceral que une todo: la planificación central es "como decretar un infarto cerebral masivo". En entrevistas y escritos (como sobre el socialismo real), Escohotado argumenta que forzar coordinación elimina la circulación espontánea de información, paralizando el "organismo social". Esta imagen resuena con Keppler: un infarto interrumpe la resonancia ZPF, causando inconsciencia; en sociedad, la centralización rompe señales dispersas (precios), llevando a necrosis económica. Escohotado, con su estilo directo, ve el socialismo no solo como error técnico (Mises) o epistemológico (Hayek), sino como "agresión ontológica" contra la naturaleza humana.

Cita parafraseada: "Pretender planificar una economía es como decretar un infarto cerebral masivo: eliminas la circulación espontánea y esperas que el organismo siga vivo."

Su visión libertaria refuerza la humildad: en "esta vida", somos simples humanos; mejor libertad que hubris.



Paralelismos con Otras Ideas: El Campo Akáshico de Ervin Laszlo

Aunque el énfasis está en Keppler, Mises, Hayek y Escohotado, tocamos brevemente a Ervin Laszlo y su "campo akáshico" (en Science and the Akashic Field, 2004): un "registro cósmico" holográfico de información, similar al ZPF pero más integral (une energía, pensamientos y ética).

Citas:

  • Laszlo: "El Akashic field is... a nonlocal, cosmic memory field that records all events, thoughts, and emotions."
  • Mises: "The knowledge... is dispersed among millions of individuals."

Ambos promueven acceso humilde: resonancia natural vs. orgullo centralizador.

Laszlo añade unidad cósmica, complementando la crítica económica de Mises/Hayek.


Las Metáforas Neurológicas de Hayek: Un Puente entre Mente y Mercado

Hayek, en The Sensory Order (1952), usa metáforas del cerebro para defender el orden espontáneo. El sistema nervioso es una "red descentralizada" de fibras que clasifica impulsos sensoriales, formando "mapas" tácticos y dispersos —sin director central.

Citas:

  • "The brain acts as a classifying apparatus."
  • "Knowledge is dispersed among millions" (extendido a neuronas).

Esto une a Keppler: el cerebro como "enjambre" resonando con un "océano sensorial" (ZPF). En economía, mercados como "cerebro social": centralizar es infarto (Escohotado). Hayek anticipa neuroeconomía: orden emerge de lo local, criticando la “hubris” planificadora.


Conclusión: Humildad ante lo Infinito

Esta conversación revela un patrón universal: desde el ZPF de Keppler hasta el conocimiento disperso de Mises y Hayek, pasando por el "infarto" de Escohotado, la “hubris” o fatal arrogancia de pretender control total lleva a colapso. Somos "smartphones" en una nube cósmica —limitados, pero potentes si resonamos descentralizadamente. 







En física, economía o filosofía, la lección es clara: respeta los límites, o el universo te los impondrá. Esta síntesis invita a más exploración: ¿qué pasa "más allá de esta vida"? Por ahora, celebremos la libertad emergente.

 



Por Txus Alonso (Kaialde) 14/12/2025











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