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viernes, 8 de diciembre de 2023

Tres formas de cargarse los beneficios empresariales. ¿Dispuesto a asumir las consecuencias?

 



1.- En beneficio del consumidor. CONTROL DE PRECIOS. Se imponen precios máximos a los productos por debajo de los precios de mercado. Desaparición de empresarios obligados a vender por debajo del precio de coste. Consecuencias: desabastecimiento. Si se lleva al extremo, cartilla de racionamiento.

2- En beneficio de los trabajadores. SINDICALISMO ó NACIONAL-SINDICALISMO. El empresario sufre las pérdidas, pero se le arrebatan los beneficios y éstos se distribuyen entre los empleados. El consumidor no pinta un pimiento en la orientación de la producción. Si un modelo como ése hubiera sido adoptado hace ciento cincuenta años, todas las innovaciones logradas en este período se habrían vuelto imposibles de alcanzar. La tasa de capital per cápita, de la cual, dependen los salarios reales, caería en picado. Decrecimiento económico devastador.

3.- En beneficio del Estado. IMPUESTO DE SOCIEDADES DEL 100%. Confiscar todas las ganancias obtenidas por los empresarios en beneficio del Estado, transformaría a los empresarios en administradores irresponsables de todas las instalaciones y lugares de trabajo. Al igual que en el punto 2, no estarían sujetos a la supremacía del público comprador. Serían personas que tienen el poder para manejar la producción como les plazca. Miseria, pobreza, caos.

Los países más pobres se encuentran en la parte baja del ranking de libertad económica. Son aquellos cuyos gobiernos (que no han adoptado un socialismo sin reservas), aplican conjunta e inténsamente estos tres modelos de cancelación del beneficio empresarial. Libertad económica o Estatismo (control total estatal de los medios de producción). NO HAY ZONA INTERMEDIA ESTABLE. No puede haber algo así como un sistema no socialista sin pérdidas y ganancias empresariales.


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