La Manipulación Monetaria y su Impacto en el Ahorro, la Vivienda y la Economía: El Caso de Bitcoin
Desde que en 1971 Richard Nixon abandonó el sistema de
Bretton Woods, el patrón oro que había respaldado el valor del dólar y otras
monedas fiduciarias comenzó a desmoronarse. Esta decisión histórica marcó el inicio
de una era en la que las monedas fiat, sin respaldo tangible, se volvieron la
base del sistema económico global. A lo largo de las décadas, Los gobiernos, a
través de la manipulación de la moneda y el crédito han transformado
profundamente los mercados, alterando la forma en que los ciudadanos ahorran,
invierten y consumen. En particular, la vivienda ha emergido como uno de los
activos más demandados no solo como refugio, sino como una forma de protección
contra la inflación.
Los jóvenes deberían ser conscientes de que los verdaderos causantes de la escasez son políticos y Gobiernos que, mediante la manipulación monetaria y la destrucción de la forma de ahorro tradicional, se proclaman defensores del derecho a una vivienda digna, promulgado millones de páginas de regulaciones sobre regulaciones previas que nos han llevado al estado de escasez actual, donde los jóvenes son los principales perjudicados.
La Erosión del Ahorro: De la Estabilidad al Riesgo
Antes de la desvinculación del dólar del oro, los ciudadanos
podían ahorrar con cierta tranquilidad, sabiendo que el dinero, respaldado por
metales preciosos, no perdería su valor. Este sistema garantizaba una
estabilidad económica que favorecía el ahorro y la acumulación de riqueza. Sin
embargo, con la adopción de las monedas fiat, la creación de dinero dejó de
estar limitada por reservas tangibles y pasó a depender de las decisiones de
los bancos centrales, los cuales, para financiar los déficits públicos de los Gobiernos y
fomentar el crecimiento (del Estado), empezaron a aumentar la oferta monetaria de forma
sistemática.
Saifedean Ammous, en su libro El Patrón Fiat, expone cómo
este sistema de monedas sin respaldo crea un incentivo para la manipulación del
crédito, lo que genera inflación. La inflación erosiona el poder adquisitivo de
los ciudadanos, destruyendo su capacidad de ahorrar en dinero. Ante este
panorama, la búsqueda de activos que actúen como reserva de valor se
intensifica. Aquí es donde entra en juego la vivienda.
La Vivienda: Un Refugio Contra la Inflación
La vivienda ha pasado de ser simplemente un bien de consumo
a convertirse en una forma de ahorro e inversión. La política monetaria
expansiva, que ha impulsado la creación de dinero y crédito, ha provocado una
fuerte demanda por activos tangibles que puedan preservar el valor a largo
plazo. Dado que el dinero pierde valor debido a la inflación, la gente ha
comenzado a ver la vivienda no solo como un lugar donde vivir, sino como un
refugio de valor. Esto ha generado una presión sobre el mercado inmobiliario,
aumentando los precios de las viviendas año tras año, creando una burbuja
inmobiliaria que ha hecho inalcanzable la propiedad para las generaciones más
jóvenes.
Además, las políticas regulatorias sobre la propiedad y la
construcción, en muchos casos, han exacerbado esta situación. Las restricciones
al desarrollo, las denominadas recalificaciones del suelo, la prohibición de construir en altura, la permanente persecución al propietario, etc, han reducido la oferta de viviendas, mientras que la demanda
sigue aumentando, impulsada por el temor de la inflación y la necesidad de los
ciudadanos de proteger sus ahorros. Este fenómeno no solo ha perjudicado a los
jóvenes, quienes se encuentran en una "clase baja" en términos de
acceso a la propiedad, sino que también ha distorsionado los mercados de bienes
y servicios en general.
El Papel de Bitcoin: Una Alternativa a la Moneda Fiat
En este contexto de inflación galopante y distorsión de los mercados, emerge una alternativa: Bitcoin. A medida que Bitcoin gana aceptación como una forma de dinero descentralizado y resistente a la inflación, la demanda por activos en deuda (como los bonos) comienza a disminuir. La razón es clara: Bitcoin ofrece una forma de ahorro que no está sujeta a la manipulación monetaria de los bancos centrales. En su libro El Patrón Fiat, Ammous describe cómo la inflación impulsada por las políticas de los bancos centrales ha creado un incentivo para que los prestatarios emitan más deuda, pero también para que los ahorradores busquen instrumentos de deuda que les ofrezcan algún tipo de rendimiento para compensar la pérdida de poder adquisitivo.
Sin embargo, si Bitcoin continúa creciendo, la demanda de
instrumentos de deuda podría disminuir. Los ahorradores, en lugar de buscar
bonos u otros activos de deuda que dependen de la solvencia de los
prestatarios, preferirían mantener su riqueza en una forma que no pueda ser
inflada a voluntad por las autoridades monetarias. Esta transición podría
cambiar radicalmente el comportamiento de los mercados financieros, reduciendo la
demanda de bienes como la deuda pública y privada, y disminuyendo la distorsión
de los precios de activos como la vivienda, las materias primas y las acciones.
El Futuro de la Vivienda y los Mercados Financieros
Si la liquidez de Bitcoin crece lo suficiente, la economía
podría experimentar una redistribución de la demanda hacia activos industriales
y comerciales en lugar de aquellos que buscan refugio monetario. La vivienda,
que actualmente es vista como una cuenta de ahorro o un activo de capital, podría
volver a ser simplemente un bien de consumo, cuyo precio refleje la demanda
real de viviendas para vivir, no para protegerse de la inflación. Lo mismo
ocurriría con otros bienes como las materias primas y las acciones, cuyos
precios volverían a estar determinados por los fundamentos económicos y no por
la manipulación monetaria.
La reducción de la demanda de activos como bonos, viviendas
e incluso arte (que ha experimentado una inflación sin precedentes como
respuesta a la búsqueda de valor escaso) podría llevar a una estabilización de
los precios en los mercados, reflejando un retorno a la "realidad"
económica, es decir, el valor real de los bienes y servicios. La volatilidad
del mercado, impulsada por la manipulación del dinero y el crédito, podría
reducirse si el dinero se basa en un sistema más sólido como Bitcoin.
Conclusión
La manipulación monetaria de la moneda fiat ha alterado
profundamente la forma en que los ciudadanos ahorran, invierten y consumen. La
inflación, el aumento de la deuda pública y la búsqueda de refugios de valor
como la vivienda han creado un entorno económico distorsionado que perjudica a
las generaciones más jóvenes, dejándolas sin acceso a la propiedad y sin medios
viables de ahorro. Sin embargo, Bitcoin, como alternativa descentralizada y
resistente a la inflación, ofrece una posible solución a estos problemas. Su
creciente adopción podría restaurar la estabilidad económica y devolver a la
vivienda y otros bienes su función original, alejándolos de la especulación
monetaria y permitiendo que los precios reflejen su valor real.
La transición hacia un sistema monetario basado en Bitcoin,
como Ammous describe, podría ser la clave para restaurar el equilibrio
económico y ofrecer a las futuras generaciones una mejor oportunidad para
prosperar sin depender de los caprichos de la manipulación monetaria y el crédito
inflacionario.
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