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jueves, 22 de diciembre de 2016

De victoria en victoria hasta la ruina total





Según dicen los medios de comunicación, en una semana, dos victorias de los consumidores:

  1. - Prohibición de cortes de suministro eléctrico a los afectados por "pobreza energética"
  2. - y sentencia sobre nulidad de clausulas suelo de las hipotecas







Intervencionismo para corregir pasadas intervenciones. Y así sucesivamente.
Con impuestos y primas a las renovables (incluídas en los recibos de la luz), los gobiernos (PP, PSOE) han creado la denominada "pobreza energética" y ahora intentan parchearlo con prohibiciones de cortes de suministro que, de una forma u otra, serán repercutidas al resto de clientes (o contribuyentes). 
A pocos se les ocurre reclamar: 
1) sacar de la factura eléctrica todo aquello que no constituya consumo efectivo. 
2) libertad total (contractual y de entrada y salida) para los productores presentes y futuros y 
3) abolir todas las trabas al autoconsumo. 

Esto es, en la medida de lo posible: deshacer las intervenciones.

Tres cuartos de lo mismo sucede con lo de la sentencia sobre las clausulas suelo de las hipotecas. Independientemente de que la peña no se percata que, al tiempo que celebra la sentencia, está autorizando rocambolescas* futuras intromisiónes de las zarpas de los políticos en los contratos entre particulares, el caso es que se vende como una victoria de los consumidores una intromisión en la soberanía del consumidor. 
¡Que se jodan los bancos!. ¡Ja!. ¡Qué ilusos! Cretinos no, lo siguiente. 

Desde el abandono del patrón oro, en cuestiones financiero/monetarias, la ristra de intervenciones no tiene fin. Desde Basilea 1, aterrizaremos en Basilea 300. No hay sector en la economía con más privilegios que el sector bancario y financiero. Privilegios sin los cuales no se habría gestado la burbuja crediticia/inmobiliaria. 
Pese a la apariencia de que se actúa contra los bancos y en favor del pueblo, hace dos telediarios nos han impuesto la prohibición de pagos en efectivo superiores a mil euros y la evidente hoja de ruta es la prohibición total de pagos en metálico: obligando de este modo a todos los ciudadanos a ser clientes forzosos del sistema financiero, estando obligados también, a rescatarlo cuando quiebra. 
A cambio de sus privilegios, el Estado guarda la apariencia de que se financia como cualquier otro agente económico y, sobre todo, controla todo movimiento monetario/patrimonial de particulares y empresas: el Gran Hermano de Orwell aplaudido con las orejas por la gran mayoría palurda e inepta. Clientela asegurada por ley (a punta de pistola de la policía), a la que podrá desplumar a placer, mediante cobro forzoso de toda clase de comisiones, gastos de administración, mantenimiento, y sobre todo, restringiendo el crédito y estableciendo condiciones mucho más duras en la concesión de préstamos.

¡Fascinante! ¡Una gran victoria, esta sentencia contra el sistema bancario!

A casi nadie se le ocurre reclamar 
  • Libertad bancaria.
  • Cierre de los bancos centrales
  • Fin de sus privilegios y de la moneda de "curso forzoso".
  • Sometimiento de todas las entidades financieras al Derecho Civil, Mercantil y Penal al igual que el resto de sectores no financieros. Es decir, supresión de la legislación bancaria especial.


Cuando se pongan de manifiesto las consecuencias no deseadas de esta enésima intervención, proseguirá la huida hacia adelante.

Queda claro que dirección tomamos. Lo siguiente será, por fin, ceder a la pretensión de no pocos políticos de implantar la banca pública. Nacionalizar todo el sistema financiero para, de ese modo, con el mayoritario aplauso de la aborregada ciudadanía, depender todos de un único órgano burocrático estatal financiero/monetario, entregando a los políticos , abiertamente y sin intermediario alguno, todo el ahorro de todos los ciudadanos que no hayan podido escapar de la tiranía. 

Rothbard escribió que es una peculiaridad de la relación hegemónica, que cada intervención coactiva en asuntos humanos genera nuevos problemas que llevan a elegir entre rechazar la intervención inicial o añadir otra. Esta característica es la que hace que cualquier economía mixta resulte inheréntemente inestable, tendiendo siempre hacía uno u otro lado de los polos opuestos: la libertad pura o el estatismo total. 



De victoria en victoria hasta la ruina total. ¡Si, Podemos!






*Tan rocambolesco es el razonamiento que el Supremo condiciona la "comprensibilidad real" de las cláusulas suelo a que los bancos hubiesen aportado "simulaciones de escenarios diversos relacionados con el comportamiento razonablemente previsible del tipo de interés en el momento de contratar". Imaginen que trasladáramos este mismo requisito a la compraventa de un inmueble: a menos que el vendedor de un piso aporte "simulaciones de escenarios diversos relacionados con el comportamiento razonablemente previsible del precio futuro de la vivienda en el momento de contratar", cabría declarar nula la compraventa por falta de claridad sobre el precio que el comprador estaba pagando. El disparate jurídico es mayúsculo y sólo se explica por la politización extrema del Tribunal Supremo español y por su deseo de utilizar las resoluciones judiciales como vehículo para desarrollar una "política social" (redistribución de la renta) que en todo caso le correspondería promover al Parlamento (JRR).  

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