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domingo, 20 de marzo de 2022

Año 1977, el profesor Enrique Fuentes Quintana, describe la ESTANFLACIÓN, en horario de máxima audiencia en TV.

 

Fuentes Quintana 1977, TVE 1

ESTANFLACIÓN

A finales de los 50 y década de los 60 del pasado siglo, el keynesianismo había triunfado. El dólar era la moneda de reserva internacional y la Reserva Federal de los EEUU había estado inflado la demanda agregada de todas las formas habidas y por haber, conocidas en el mundo mundial (todo lo que les permitía la convertibilidad del dólar en oro a demanda del resto de bancos centrales). Y en esta tarea se encontraban, más a gusto que un arbusto, cuando tienen la brillante idea de iniciar la guerra del Vietnan. Para financiar el enorme gasto público, como no, le meten el turbo a la máquina de imprimir. El oro empezó a salir a cascoporro de los EEUU; asi que en 1971 Nixon desconecta el dólar del patrón oro surgido en Breton Woods (provisionalmente, claro, hasta hoy) e imprime ya, como si no hubiera un mañana. 

lunes, 14 de marzo de 2022

War Criminal

 



Putin es un autócrata; sin embargo, tenía cierto prestigio en Occidente. No es un globalista. Contaba con un grupo brillante de personas ocupándose de la macroeconomía. El Banco Central, el Ministerio de Economía, estaban dirigidos al más alto nivel profesional. Rusia tenía importantes reservas de moneda extranjera (hoy congeladas por las sanciones internacionales). Tenía una inflación razonable, un presupuesto muy equilibrado y una deuda estatal muy baja: el veinte por ciento del PIB, la más baja de cualquier economía importante. Una de las mejores gestiones macroeconómicas. Sin embargo construyó un régimen en el que la propiedad privada, una vez más, depende totalmente del gobernante. Además, entre otras "lindezas democráticas", Alexey Navalny, principal rival político vivo de Putin, envenenado por el FSB, cumple condena en prisión.  Al fin y al cabo, Rusia es una dictadura militar-policial con un déspota -proveniente de la KGB- en el poder. Como era de esperar, finalmente, la balanza se ha desequilibrado hacía el lado militar-policial (de donde viene Putin) doblegando a la parte profesional macroeconómica. Putin, por desgracia, no es un Ludwig Erhard (cuan distinto sería el mundo si Rusia hubiera encontrado a su Ludwig Erhard). Un régimen, el de Putin, con todos los problemas de información (y corrupción) que suelen tener los déspotas: terminan rodeándose de gente que sólo cuentan lo que el tirano quiere oír. "Selección negativa" se denomina. La información empeora. Los aduladores aumentan en número. Los mecanismos correctivos disminuyen. Y los errores se vuelven mucho más importantes. La invasión, además de un atroz acto criminal, ha sido un error geopolítico descomunal. Zelensky, “el actor presidente”, judío, no ha desertado y salido por patas del país. Resultó que tiene cojones. Kiev no ha caído en tres días; el pueblo ucraniano está combatiendo la agresión, y la siguiente sorpresa para Putin, probablemente, haya sido la reacción de Occidente, cuyos políticos, en principio aplicaron tibias sanciones, puro teatro. Sin embargo, posteriormente, parece como resurgido desde abajo. Resulta que Occidente no está acabado aún, ni está correctamente representado por la legión de políticos globalistas que nos están arruinando con sus políticas eco-feministas e identitarias, que reaccionaron,(tarde y mál) presionados desde abajo, 4 ó 5 días después de iniciada la invasión