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sábado, 4 de julio de 2015

La Tragedia del Euro (Philipp Bagus 2012) - Corralito en Grecia 2015


Este libro del Profesor de Economía Philipp Bagus del año 2012 lo tenía un poco apartado, pero lo cierto es que explica paso a paso como hemos podido llegar a esto. "El euro-sistema parece una imprenta de dinero que tiene diferentes propietarios que hacen uso de ella según su necesidad". 
El Dr. Bagus, experto en teoría monetaria, desenmascara de forma educada, exquisita y mesurada las intrigas políticas que tuvieron lugar en la defectuosa construcción del euro. (Aquí publiqué un post con dos puntos de vista sobre este asunto


Yo, en este post, no voy a ser mesurado ni educado ni hostias en vinagre, y más aún viendo el sufrimiento que reflejan las imágenes de este post; provocado por la basura de politicastros que  gobernaron Grecia, sí, pero especialmente, por los que gobiernan hoy, los malnacidos con todas las letras que se han apropiado de las instituciones del Estado Griego desde hace 6 meses prometiendo bienestar para todos. ¿Para esto se presentan?


Comencemos con esta entrevista (01:20:26):


- Presentador de "Al Rojo Vivo": "No tienen miedo los representantes de Syriza al corralito. No hay gobierno que resista un corralito. Te imaginas la próxima semana si los bancos se quedan sin dinero. ... imagínate esos ciudadanos, el enfado hacia el gobierno que les ha provocado el corralito puede ser inmenso, miguel..."


-Urbán: "es que quien le provoca el corralito, yo creo, que no es su gobierno ....es Draghi, es Merkel ..."

ERROR, ¡tontolaba peligroso!. 

Urbán, si te gusta el monopoly de Draghi y de Merkel, ¿por qué no fabricas tu uno, pintas tus propios billetitos y se lo regalas a Tsipras y Varoufakis. Si en el fondo es lo que quereis: que esta pobre gente cobre sus pensiones en tapas de yogurt griego de danone; y en medio de una inflación de dos dígitos.


Desde luego, el dinero debería ser algo independiente de la política, pero partidos como Syriza o Podemos, "adalides de la libertad y la democracia" son los menos interesados en reformar este tinglado (ver aquí). (Podemos comprobarlo escuchando las sandeces de Pablo Iglesias en este post o en este otro).
Urbán, te recuerdo que la oferta monetaria (M3) básicamente tiene dos componentes. Uno es el dinero que produce el Banco Central. Digamos que es dinero de alta potencia. Constituye la Base Monetaria. Es el dinero del Estado o en nuestro caso -el euro-, el dinero de la Unión Monetaria Europea (UME). El otro componente es el dinero bancario. (Para no complicar al lector, estoy utilizando dinero como sinónimo de medio de intercambio). Este último dinero, el bancario, es producido, a partir de la base monetaria, por los bancos comerciales a través de la creación de depósitos (date una vuelta por este blog - hace 6 años que vengo hablando sobre este asunto). 
Contrariamente a lo que mucha gente piensa (pero no debería ser el caso de un político),  el dinero bancario es mucho más importante que el dinero del Estado o del Banco Central. En Grecia, por ejemplo, el dinero bancario constituye más del 84 % de la oferta total de dinero. Este dinero se está esfumando a la velocidad del rayo.



¿Por que hay un corralito en Grecia? porque el actual gobierno, el pasado viernes, ha conseguido definitivamente, que todos los titulares de depósitos bancarios en Grecia, aterrorizados, reclamen la conversión inmediata de sus depósitos en papel moneda producido por el Banco Central (lo que viene llamándose, sacar la pasta del banco, ¡vamos!). ¿Qué hacen los bancos cuando mucha gente reclama papel moneda? Pues muy sencillo. Los bancos venden sus créditos en el mercado, por ejemplo, venden la deuda pública del Estado Griego. O bien la ofrecen como colateral al Banco Central para conseguir nuevos préstamos en dinero de alta potencia (lo que he comentado arriba). Así consiguen liquidez, o sea, papel moneda del Banco Central o dinero bancario de bancos de otros Estados (solventes) y con esa liquidez pagan a los clientes que reclaman la cancelación de sus depósitos.


¿Por qué no pueden hacer eso los bancos griegos?
Porque los créditos que tienen los bancos griegos para respaldar los depósitos de sus clientes no valen una mierda. Hace ya años que nadie los quiere y ahora después del 30 de junio, menos. Y la culpa de que no valgan una mierda es de los gobiernos griegos porque esos créditos son fundamentalmente deuda pública griega. Es decir, deuda de un Estado insolvente. Lo mismo sucedió en Chipre y el sistema bancario chipriota quebró (ver aquí: "A Europa se le ve el Chipre").



El Gobierno de Tsipras, si le viene en gana, podría ordenar al sistema financiero que cree millones de depósitos bancarios a favor de su propio gobierno (forzar a que les compren deuda pública, bonos, letras del tesoro ...). Lo que ocurre, es que tan pronto como el gobierno griego comience a efectuar pagos a pensionistas, proveedores y funcionarios con esos depósitos (con ese nuevo "dinero bancario"), los nuevos titulares reclamarían inmediatamente la conversión en papel moneda del banco central (dinero de alta potencia).  




Como he comentado antes, lo poco que quedaba de ese 84% de dinero bancario creado por los bancos comerciales griegos, se habría evaporado si no fuera por el corralito. Lo único que proporciona oxígeno a los bancos griegos es un invento de hace pocos años llamado financiación de emergencia del Banco Central Europeo (la denominada ELA). Pero, con los griegos, hace ya tiempo que el BCE ha sobrepasado su propio mandato. ¡Que no les pase nada el día que decidan reabrir los bancos; como no provea la corte celestial ...!




Consiste en tener una imprenta y obligar a la gente, mediante leyes de curso forzoso, a intercambiar el fruto de su trabajo por los papelitos que imprimen los gobiernos a través de sus bancos centrales.
Si quieres la imprenta, dile al gobierno griego que, por cuatro perras, fabrique una, y que imprima sus propios papelitos. La que tiene Draghi es parecida. 




Ves, Urbán, como el corralito no es de Draghi o de Merkel. ¿Por qué quereis usar vosotros la imprenta de todo el club? Los Suizos tienen la suya propia y les va muy bien. Tres cuartos de lo mismo sucede con los Daneses o los Suecos o los Británicos; todos ellos tienen su propia imprenta y algunos países están dentro de la UE. ¿Que problema hay en los griegos se fabriquen una con neo-dracmas? Incluso pueden permanecer en la UE y salir del euro, o al revés, salir de la UE y seguir con el euro o con varias divisas en competencia. ¡Ah! ¿que estás jugando con la vida de los jubilados y de muchísimos ciudadanos?. Pero eso a gente como vosotros os trae sin cuidado, si de este modo acabáis con eso que denominais "totalitarismo del mercado" y "poderes no elegidos", pedazo de marsupial descerebrado. 



¿Por qué no regalamos a Syriza la impresora de euros?
Si el gobierno de Syriza no ha sacado todavía a Grecia de la Unión Monetaria es porque necesita parasitar a los contribuyentes europeos. Para ese gobierno, no es suficiente con chupar la sangre de los ciudadanos griegos que aún producen algo allí. 
Dada la enorme presión fiscal que están soportando sus empresarios (el Estado controla actualmente el 59% del PIB,- es falso lo que dicen que allí no se pagan impuestos-) los griegos no pueden (no les dejan) producir lo suficiente para intercambiar sus bienes y servicios por los bienes y servicios que necesitan para mantener el actual nivel de vida de sus políticos, burócratas y de todos aquellos que directamente dependen de las administraciones públicas griegas. Si fueran capaces de producir lo suficiente para mantener su gigantesca burocracia, la moneda no sería un problema, podrían volver tranquílamente al neo-dracma.



No olvidemos que en última instancia las mercancías se intercambian por mercancías. La moneda es sólo un medio de intercambio indirecto. Es el euro lo que les proporciona mayor poder de compra para adquirir los bienes y servicios producidos en la Unión Monetaria y  en el resto del mundo.
Supongamos un europeo que produce jamón, o aceite de oliva, o coches, o medicamentos, o envases de plástico. Es indiferente que seas trabajador o empresario. Aunque en principio estés intercambiando tu trabajo o producción por "dinero", en realidad, en última instancia, tu intercambias tu producción –el aceite de oliva o los medicamentos- por la producción de otros, a saber: por electricidad, carne y pescado, gasolina, papel higiénico, electrodomésticos, ordenadores, transporte, cortes de pelo, resonancias magnéticas, turismo en Grecia, etc. 



Si debido a la constante y brutal retirada de capital de los bancos griegos, el Banco Central Europeo les refinancia todos los días con manguerazos de liquidez (en forma de cientos de millones de euros DE NUEVA CREACIÓN -dinero de alta potencia, como he dicho arriba), esa nueva liquidez – que es la que sostiene los gastos del gobierno griego- proporciona poder de compra para adquirir los mismos bienes y servicios que esta comprando el trabajador o empresario europeo que produce envases de plástico, aceite de oliva, coches, medicamentos (o cualquier otro bien) y que paga con su propia producción; mientras que el gobierno griego lo paga con esa nueva liquidez (endeudándose). 
Es decir, los bienes cruzan la frontera en una sola dirección.
Además, esa nueva liquidez recibida por los griegos no aumenta ni podrá aumentar jamás la producción total (lo que aumenta la producción es aplicar un bien real a un proceso productivo y no la creación de más dinero). Por tanto el trabajador europeo tendrá menos poder de compra con su misma producción de jamón, aceite de oliva, coches, medicamentos, envases de plástico (o de cualquier otro bien que esté produciendo) de la que podría tener si no se produjeran constantes inyecciones de liquidez a los griegos. 


El contribuyente europeo está financiando a las elites extractivas griegas (perdón por las palabrejas) y a todos los que dependen de sus administraciones públicas. Si esto sucediera en un país de la Unión 5 o 6 veces más grande que Grecia, en poco tiempo, el euro valdría en el mundo menos que la moneda de Zimbabwe.




Lo cierto es que: o el euro se reforma o se autodestruirá tal y como expone más abajo el profesor Bagus. 
Los griegos no pueden retirar sus depósitos porque, ojo,  no son auténticos contratos de depósito; son deudas de los bancos pagaderas en papel moneda del Banco Central. Así que cualquier reforma en la buena dirección, lo primero que debería es distinguir entre auténticos contratos de depósito y contratos de préstamo. A continuación, las deudas se pagan (no se refinancian hasta el infinito). Es decir, los bancos deben seguir la regla de oro: "que los vencimientos de sus deudas sean posteriores a los vencimientos de los créditos que conceden".




El gobierno griego ha ordenado cerrar los bancos porque éstos no pueden liquidar sus créditos a largo plazo (principalmente, la porquería de deuda pública griega) para conseguir papel moneda del banco central. Por eso, los bancos han de seguir la regla de oro (además, por supuesto, de ajustar el riesgo en todas sus operaciones). 




Y por fín, aquí viene lo mas gordo.
El papel moneda del banco central es otra deuda que ya no se paga con nada; ni con oro, ni con plata, ni con ningún otro bien que tenga valor económico independiente del emisor. Así que los ciudadanos, al no poder exigir el pago de las deudas, tanto de los bancos comerciales como del Banco Central, estamos sin la herramienta fundamental para impedir a tiempo las orgías crediticias (crisis financieras y económicas recurrentes), es decir, estos desastres como el que padecen hoy los ciudadanos griegos.



Lo gracioso de todo esto es que los menos interesados en cambiarlo son los partidos que más dicen defender la democracia y la libertad, como Syriza o Podemos (con sus gilipolladas del derecho al crédito, o eso de que el ahorro de los ciudadanos tiene que estar en la banca pública, o hablando de totalitarismos de mercado en estados que controlan el 50% del PIB, etc, etc)





Los Gobiernos de la Unión Europea nunca debieron prestar al Gobierno Griego pero lo hicieron. 

El caso es que la mayor parte de los Gobiernos europeos, con déficit público perpetuo, incapaces de recaudar lo que gastan, no pueden prestar nada porque no tienen una mierda. Así que para prestar, previamente, tienen que robar aún más a los contribuyentes (vean: FEEF - MEDE). 





Los gobiernos emiten deuda que finalmente termina en el almacén del BCE. Éste, a cambio, crea liquidez. Esa liquidez ( en realidad porquería de mierda) es lo que antes he llamado, por claridad, dinero de alta potencia, pero ni es ni se le puede llamar dinero. La nueva liquidez proporciona a sus primeros receptores (en este caso el gobierno griego) poder de compra para adquirir en el mercado (sobrepujando artificialmente) los mismos bienes y servicios que tu o cualquier otro ciudadano necesita para vivir. Por lo tanto, TE ROBAN, aunque sea difícil de ver; te roban a tí como europeo y a todos los ciudadanos griegos que aún, a estas alturas, producen algo; PORQUE COACTIVAMENTE SE APROPIAN DE BIENES A CAMBIO DE NADA. Este robo es independiente de lo que ya te choriza tu propio gobierno mediante impuestos trabajando para ellos desde el 1 de enero hasta el famoso día de la liberación fiscal (en estas fechas de julio). 




A cada vencimiento de deuda, la Troika sigue refinanciando, hasta hoy. Los Gobiernos Griegos nunca debieron pedir prestado a los Gobiernos Europeos, pero lo hicieron. Y ahora resulta que el gobierno griego actual tiene que robar una parte cada vez más escandalosa de los pocos ciudadanos que aún producen algo allí, solo para mantener su enorme aparato burocrático asistencial, y descartando toda posibilidad de devolver al menos parte de lo recibido en préstamo. Si los Gobiernos Europeos decidieran seguir proporcionando liquidez, previamente, tendrían que robar todavía más aún a los contribuyentes europeos. De esta espiral no podría salir nada bueno. Y menos aún, sin consultar a los robados y de paso sentando precedente para que otros gobiernos reclamen lo mismo.



La mala construcción del euro (por Philipp Bagus - 2012)


En la Eurozona hay gobiernos soberanos fiscalmente independientes coexistiendo con un sistema de banca (centralizada). Es una construcción única, ya que normalmente suele haber un sólo gobierno con su propio sistema bancario.
El gobierno puede financiar sus déficits a través del sistema bancario y la creación de dinero. Cuando el gobierno gasta más de lo que ingresa por impuestos, normalmente emite bonos públicos. El sistema financiero compra una parte importante de estos creando nuevo dinero. Los bancos compran estos bonos porque pueden usarlos como colateral para nuevos empréstitos del Banco Central Europeo (más en concreto del Sistema Europeo de Bancos Centrales).




El nuevo dinero fluye a los gobiernos que monetizan (convertir deuda en moneda) indirectamente sus déficits. El coste de la monetización indirecta la soportan todos los usuarios de la divisa en forma de una reducción de poder adquisitivo, es decir, con inflación. 
Si hablamos de un sólo gobierno con sistema bancario centralizado, toda la nación soporta el coste de la monetización del déficit. 
Sin embargo en la Eurozona hay varios gobiernos gestionando sus propios déficits.




Imaginemos que todos los gobiernos excepto uno tengan un presupuesto equilibrado. El único gobierno con déficit puede entonces externalizar en otras naciones parte de los costes de su déficit en forma de precios más altos. Esta redistribución monetaria es la unión de transferencia ya existente en la UE.




Un gobierno como el griego, con altos déficits, imprime bonos públicos comprados y monetizados por el sistema bancario. Como consecuencia, hay una tendencia a que suban los precios en toda la unión monetaria. Cuanto mayor sea el déficit de un gobierno en relación con los déficits de otros países, más eficazmente puede externalizar los costes de un déficit. Los incentivos de esta situación son explosivos al beneficiarse los gobiernos de los déficits más que los de sus vecinos de la Eurozona.
El Pacto de Estabilidad y Crecimiento pensado para contener estos incentivos fracasó rotundamente porque los propios gobiernos juzgan las sanciones que se les imponen.




Un efecto de esta lamentable disposición es que permite a los gobiernos mantener estructuras económicas no competitivas como mercados laborales inflexibles, enormes sistemas de bienestar a costa de otros y enormes sectores públicos durante mucho tiempo. Así que el sistema crea el exceso de deuda y la falta de competitividad típicos de la reciente crisis de deuda soberana (2010). Muchas crisis de deuda soberana han disparado a su vez una tendencia hacia la centralización de poder en Bruselas y el nuevo fondo de rescate. En otras palabras, la unión de transferencia monetaria hace que la crisis general de la deuda soberana nos lleva cada vez más cerca de una unión de transferencias más explícita. 



Centralización y pérdida de libertad (Philipp  Bagus 2012)



La UME tiene una inclinación interna hacia la centralización que puede afectar a toda la Unión Europea. Como se ha visto antes, hay un incentivo para los déficits, especialmente en los países más pequeños que pueden esperar ser rescatados. La acumulación de deuda disparó una crisis de deuda soberana. Esta crisis, a su vez, ha sido usada y puede ser usada para la centralización. Los rescates y sus fondos requieren nuevas instituciones centrales. Para gestionar y prevenir más crisis de deuda, algunos políticos reclaman un gobierno económico. Se espera que los países pierdan soberanía a cambio de rescates y a favor de un aumento en el poder de las instituciones europeas. De hecho, Porter (2010, p. 13) argumenta que una solución a los problemas actuales sería una armonización de impuestos, un impuesto “federal”, así como una fusión completa del BCE y los bancos centrales nacionales en un paso adelante en hacia la unión política. Igualmente, Deo, Donovan y Hatheway (2011) consideran algún tipo de “unión fiscal” como la solución a la crisis del euro.



Amenaza de conflictos entre naciones (Philipp Bagus 2012)


La UME provoca conflictos entre naciones que en otro caso cooperarían pacíficamente. La redistribución es siempre una causa potencial de distorsiones sociales. La redistribución monetaria de la Unión Monetaria Europea (UME)  no es entendida por la mayoría de la población y, por tanto, causa conflictos...
A los alemanes no les gusta mantener el estado de bienestar griego. En los medios de comunicación alemanes, a los griegos se les califica de “mentirosos” y “vagos”. A su vez, los medios griegos reclamaban indemnizaciones por la Segunda Guerra Mundial. Mientras que a los alemanes no les gusta pagar a la periferia, la gente en los países periféricos echan la culpa de las medidas de austeridad a los alemanes. Sienten que las impopulares medidas se les imponen por presiones extranjeras (alemanas). Dentro de la UME, continuarán y probablemente aumentarán estas peleas y conflictos. Permanecer en la UME implica vivir en tal atmósfera y el riesgo de una escalada.
Por decirlo suavemente, los costes del Eurosistema son altos. Incluyen un sistema inflacionista y autodestructivo, un tiro en el brazo a gobiernos, crecientes estados de bienestar, caída de la competitividad, rescates, subsidios, transferencias, riesgo moral, conflictos entre naciones, centralización y una pérdida generalizada de libertad. Además, estos costes y riesgos aumentan cada día. Existen alternativas. Una vuelta a una moneda fuerte, como el patrón oro, potenciaría la responsabilidad, la armonía y la creación de riqueza en Europa.




Bagus en su libro concluye que el diseño del euro lleva dentro el germen de su propia destrucción. Añade que el euro es un proyecto que no vale la pena y que cuanto antes termine, mejor.

Espero que se equivoque.





Edito el post para añadir esta conferencia de Philipp Bagus que ha publicado hoy mismo el Mises Institute







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