Despues de esta segunda e infame comparecencia del “Psicópata
de la Moncloa” una vez que la Unidad Central Operativa (UCO) ha puesto de
manifiesto de nuevo toda la corrupción sistémica del régimen partitocrático, hay que insistir en esto una y otra vez.
García-Trevijano advirtió que la Constitución del 78
significaba la creación de una partitocracia donde iba a ser imposible gobernar
sin corrupción. En el contexto de las obras de Antonio García-Trevijano, las
expresiones: "En una partitocracia, la corrupción es factor de gobierno” ó
“No es posible gobernar sin corrupción en un sistema partitocrático” implican
que la corrupción no es un mero subproducto o una anomalía en el régimen
partitocrático, sino un elemento estructural y funcional que sostiene y posibilita
el ejercicio del poder en dicho sistema. Al usar esta expresión, Trevijano
subraya que la corrupción es una condición inherente al funcionamiento de la
partitocracia, un componente esencial que permite a los partidos políticos
(subvencionados por el Estado) mantener su control y operar eficazmente dentro
de un marco donde priman los intereses partidistas sobre los del bien común.
Específicamente, "factor de gobierno" significa que la corrupción
actúa como un mecanismo operativo que facilita la gobernabilidad dentro de la
partitocracia.
Podemos describir el encadenamiento de hechos que ilustra cómo la corrupción opera como un engranaje esencial en este sistema: