Bares … ¡que lugares, tan gratos para conversar!
- “¿Dónde están los billetes de 500 €?. ¿Qué hay de los enormes beneficios acumulados durante el boom inmobiliario? Y los paraísos fiscales … ,¡¡¡hay que acabar con los paraísos fiscales!!!. Son la causa de que los gobiernos democráticos no dispongan de fondos para acometer sus grandes proyectos de obras públicas y de estímulos contra el desempleo y bla, bla, bla …”
Bien, y digo yo, ¿para que necesitan papelitos pintados? ¿Acaso la evasión de capitales consiste en sacar del país la tierra, los recursos naturales, materias primas, fábricas y otras instalaciones?
¡Estos expertos en justicia “social” y comercio “justo” -esos que se han reunido estos dos o tres años en más de 800 cumbres- lo tienen fácil; no tienen más que expropiar todo el aparato productivo de cada país y ponerse manos a la obra ordenando:
1, qué se debe producir,
2, para quién,
3, a qué tipos de interés y
4, a qué precios y salarios!.
¡Pueden hacerlo! ¡Para eso tienen policías, ejércitos, cárceles y patíbulos!.
1, qué se debe producir,
2, para quién,
3, a qué tipos de interés y
4, a qué precios y salarios!.
¡Pueden hacerlo! ¡Para eso tienen policías, ejércitos, cárceles y patíbulos!.
¡Ah! Que eso parece que no les funcionó ni a un tal Hitler ni a un tal Stalin ni a Mao ni a los Castro.
- Hay que apoderarse de todos los fondos de todos los paraísos fiscales y de todos los negros billetes de 500€ y de 1.000$ del mundo, dice uno.
- Así- dice otro- se podría amortizar de golpe y porrazo toda la deuda pública que nuestros gobiernos se han visto “obligados” a contraer”
- ¡Claro! ¡qué fácil! –digo yo- ¡Pero eso ya pueden hacerlo ahora ¿acaso no pueden imprimir ahora todos los billetes que necesiten? ¿Acaso no pueden ordenar a sus bancos centrales que compren íntegramente con más papel o anotaciónes electrónicas, toda la deuda pública?.
Claro que … tendríamos un pequeño problemilla: una vez la gente averiguara las intenciones del monopolista emisor de moneda de curso forzoso, el sistema monetario se iría a “tomar por saco” y terminaríamos efectuando los intercambios con cigarrillos y kalimotxo.
Otro va y dice:
-“Bien pues, entonces, que el gobierno destine esos fondos ahorrados durante el periodo de auge, a la adquisición de los factores de producción y bienes de consumo que sean necesarios para cuando sobrevenga la crisis”.
Y se queda tan tranquilo, que para eso estamos al calor de la conversación en un bar. ¡¡¡ Los adquiere y los guarda en el sótano, no te jode !!!
Muchos pseudointelectuales y algunos políticos (esas bandas de delincuentes organizados) nos cuentan que los gobiernos deben actuar como las familias o las personas individuales: ahorrando y creando reservas monetarias cuando se producen mayores ingresos fiscales y disponer de esos ahorros cuando sobreviene la crisis y la recesión.
¡¡¡ Pues no !!!. Los gobiernos NO pueden.
Aclaremos pues, algunos puntos básicos.
Medidas anticíclicas
Los socialistas de todos los partidos, ignorando o negando la escasez de capital, quisieran ampliar al mismo tiempo consumo e inversión.
El periodo de auge económico que precede a la crisis es consecuencia de las malas inversiones originadas por la inflación monetaria*. Es decir, por el progresivo aumento de la masa monetaria consecuencia, a su vez, de la expansión artificial del crédito, sin respaldo de ahorro previo, orquestada y dirigida por los gobiernos a través de sus bancos centrales y ejecutada por todo el sistema financiero.
Son los nuevos medios de intercambio (inflación*) lanzados al mercado rebajando "artificialmente" los tipos de interés, los que generan el “boom” económico y es el mercado posteriormente el que descubre las malas, precipitadas o equivocadas inversiones.
Así pues, en tanto que el gobierno retirara de la circulación esas cantidades monetarias ahorradas – p. ej. mediante exaciones fiscales- durante el periodo de auge económico, lo que estaría haciendo es practicar una política deflacionaria.
Política que cortaría de raíz la euforia y el auge económico artificial creado por ellos mismos. Lo cual sería bueno, pero incongruente con sus propios actos. Además, ningún gobierno recién elegido tendría “huevos” de hacerlo porque la gente irá al paro en cuanto la inflación* cese. Y eso que saben perfectamente que cuanto más dure la orgía crediticia, más gente irá al paro.
Todo esto me recuerda que el presidente del gobierno de España, ZP, después de haber inflado la Administración Pública hasta límites insostenibles, alardeaba allá por febrero de 2008 de tener un superávit de “nosecuantos” miles de millones para afrontar lo que él llamaba “la desaceleración”. No aclaró, sin embargo, si los tenía debajo del colchón (fuera de circulación) y por tanto listos para ser lanzados de nuevo al mercado.
Esos fondos monetarios “ahorrados” de los que Zapatero alardeaba, en ningún caso son factores de producción ahorrados que nos saquen de la crisis. No son flujo de bienes reales que representen ahorro real. No son nuevas máquinas o instalaciones, materias primas, energía, gas, petróleo, o nuevas tecnologías superproductivas, etc., en condiciones de ser ensamblados/as inmediatamente para la producción de nuevos bienes y servicios urgentemente demandados por los consumidores y por tanto necesarios para salir de la crisis. La moneda fiat ahorrada no es un conjunto de factores de producción ahorrados.
No hay “PLAN E” que valga.
En realidad, los recursos reales, o bien se han despilfarrado (millones de viviendas a medio construir o sin vender),
o bien, hay que trasladarlos (los empresarios deben hacerlo) al sitio correcto para poder volver a aumentar la producción previa restricción del consumo.
En una cosa parece que estamos de acuerdo. Si el gobierno aumenta los impuestos o pide prestado (deuda pública) para gastar más (lo del plan E y otras zarandajas) lo que está haciendo es detraer recursos de los particulares que luego - caso de la emisión de deuda pública-, tendrán que ser devueltos con intereses, (y eso, sin contar lo que se queda por el camino la burocracia y la corrupción correspondiente). Así pues, en nada se aumentará el gasto total, puesto que se reduce la capacidad de consumo e inversión de los particulares en igual medida que aumenta la del gobierno.
Total, no hemos arreglado nada. Las tan alabadas medidas anticíclicas empeoran aún más las cosas.
Los medios de intercambio que quedan fuera de la circulación aumentan el poder adquisitivo de la moneda. Cuando esos medios de pago vuelven a ser lanzados al mercado, el efecto que se produce es una nueva distorsión de todo el sistema productivo (burbujas especulativas) además de una pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Si bien es cierto, que entre tanto, unos se hacen más ricos y otros más pobres, (como ya he explicado en otras entradas), y que estos últimos suelen ser los perceptores de rentas fijas (asalariados, pensionistas, etc) y los no perceptores de ninguna renta.
“Bares, que lugares, tan gratos para conversar”….
“No hay como el calor del amor en un bar”
*Acerca del concepto “Inflación”, de nuevo recuerdo que no debemos confundir causa con efecto. La inflación es el aumento de la masa monetaria y su efecto es el aumento de los precios.
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