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miércoles, 20 de mayo de 2009

¡Nola aldatzen diren gauzak!

Los turistas podrán acceder desde el 4 de julio próximo al observatorio situado en la corona de la Estatua de la Libertad, que quedó cerrado al público después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, anunció hoy el secretario de Interior de EEUU, Ken Salazar.

Esta es parte de la inscripción que figura en la estatua:

Dadme a vuestras cansadas, pobres y hacinadas masas
que suspiran por respirar en libertad,
al desamparado desecho 

de vuestras rebosantes playas.
Envíadme a los desheredados,
a los sacudidos por la tempestad.
Levanto mi llama junto a la puerta dorada.


(Emma Lazarus Plaque)


¡Nola aldatzen diren gauzak!
Cómo han cambiado las cosas!
Parece que sí han cambiado, y mucho.
¿Podríamos grabar esta inscripción en las fronteras de nuestros flamantes Estados del Bienestar? Me temo que no.

viernes, 15 de mayo de 2009

Teoría de la Preferencia Temporal




Este relato - "El día de la cigarra"- del blog zaramatimes de ayer, me viene al pelo para recordar el fenómeno de la preferencia temporal. Un fenómeno, que la práctica totalidad de los gobernantes se empeñan en ignorar -cuando intervienen el dinero y el crédito-. Algunos, tal vez de forma bienintencionada, otros, quizás, en su propio provecho, para mantenerse en el poder. 
Consiste en que:
El ser humano, siempre y en todo caso -invariadas las demás circunstancias- prefiere la satisfacción más próxima a la más remota, es decir, prefiere consumir en el presente a hacerlo en el futuro, o dicho de otra forma, valora más los bienes presentes que los futuros.  Los individuos buscan siempre satisfacer sus objetivos lo antes posible, valorando más la realización inmediata que la futura.
Concebir lo contrario sería como no llegar nunca a consumir ni a disfrutar; ya que cuando llegue el futuro, éste ya no lo es; será el presente, y por tanto se pospondría de nuevo la decisión de consumir, y así sucesívamente, hasta producirse la muerte. Esto último, no ocurre así en la lógica humana. Por tanto, la preferencia temporal es guía de la acción humana.
Sin embargo, no es un fenómeno exclusivamente humano, sino, una circunstancia típica del proceder de infinidad de seres vivientes como por ejemplo, las hormigas. La diferencia estriba en que para el hombre, no resulta inexorable, ni meramente instintivo el alargamiento del periodo de provisión, como sucede con aquellos animales que acumulan alimentos, sino que es fruto de un proceso consciente de valoración.
Cada ser humano, individualmente, es libre para decidir "ser esclavo de su trabajo" posponiendo al límite el consumo, es decir, la satisfacción de sus necesidades y apetitos materiales y espirituales, hasta extremos insólitos; o es libre para lanzarse al consumo sin freno, de néctares divinos (como en el relato de zaramatimes); o lo es para decidir cualquier combinación temporal y material de ambas cosas. Cada elección tendrá sus consecuencias.
Mantener la vida y dejar cubiertas las necesidades vitales son presupuestos insoslayables para llegar a satisfacer necesidades futuras. Pero, aún cubiertas las necesidades vitales, y mientras no nos encontremos todos en el paraíso, persistirá el fenómeno de la preferencia temporal.

Bien, y ¿cómo se manifiesta el fenómeno en cuestión?. Pues,-en una sociedad donde sea posible el cálculo económico- se manifiesta por la mayor valoración monetaria de los bienes presentes con respecto a los bienes futuros. 
Veamos.
Si el objetivo de su acción es conseguir 1000 €, ¿Usted que prefiere: conseguirlos hoy ó dentro de un año? La respuesta es obvia y lógica: usted prefiere sin duda alguna, tener 1.000 euros hoy y ser libre para decidir gastarlos, invertirlos o lo que le venga en gana.
Sin embargo, tal vez prefiera tener 1.100 euros dentro de un año, que tener 1.000 euros hoy; ó tal vez, la preferencia de otro individuo sea la contraria, pagar 1.100 € dentro de un año para disfrutar o invertir 1.000 € hoy.


The Marshmallow Test


En el vídeo podemos ver como los niños del test Marshmallow manifiestan sus preferencias temporales. Todos valoran más los bienes presentes que los futuros. Algunos no pueden esperar a consumir el dulce. Ellos saben que si se aguantan, el consumo futuro será superior, pero no todos lo consiguen, porque valoran más el consumo presente aunque sea menor. Los que aceptan posponer el consumo presente solo lo hacen a cambio de un mayor consumo futuro.


Actualización.



La circunstancia consistente en la existencia de diferentes preferencias temporales entre individuos, dará lugar a un mercado de intercambio de bienes presentes por bienes futuros.

Se puede afirmar por tanto, que -en una sociedad con cálculo económico- el fenómeno de la preferencia temporal se manifiesta a través del tipo de interés

El tipo de interés sólo es un precio, pero es el precio más importante de una economía. No es el precio del dinero. Es el precio que manifiesta la valoración que dán los individuos a los bienes presentes en relación a los bienes futuros. Es el precio del tiempo económico.

Una preferencia temporal muy alta significa que se valoran mucho más los bienes presentes en relación a los futuros. Implica un alto tipo de interés. Una baja preferencia temporal significa que las necesidades más urgentes están cubiertas y por tanto se valoran menos los bienes presentes que los bienes futuros. Esto implica un tipo de interés más bajo. Un tipo de interés negativo (como el tipo de referencia que han llegado a aplicar los bancos centrales), aplicado al vídeo de los niños, supondría que posponer el consumo resulta penado o castigado con comer menos que la unidad de dulce que tienen al principio. Sería absurdo. Un tipo de interés negativo se traduce en consumo de capital.

El hombre actúa siempre intentando dar satisfacción inmediata al cumplimiento de sus fines. Para ello, y dado que los recursos siempre son limitados, deberá elegir entre ellos, poniendo de manifiesto su preferencia temporal, repartiendo los recursos disponibles entre el consumo presente y futuro. Entre ahorro (inversión) y consumo. La preferencia temporal es determinante de la proporción entre consumo e inversión. Y el tipo de interés vendrá determinado fundamentalmente por la preferencia temporal (no por la demanda de dinero como proponen los Keynesianos) y la aversión al riesgo.

Pero, ¡ay amigo!, aquí es cuando intervienen gobiernos y burócratas, entrando como elefantes en cacharrerías. Gobernantes y Burócratas, en lugar de permitir que sea la suma o la conjunción de las preferencias temporales de los individuos, es decir, el mercado, el que fije los tipos de interés, pues, lo hacen ellos (tipo de referencia del Banco Central); "para eso son gente superior, privilegiada y mejor informada, que saben más y mejor que nosotros lo que nos conviene".
Mediante "leyes de curso forzoso", deciden también qué moneda debe utilizarse para liberar deudas; es decir, en última instancia, para el intercambio de todos los bienes y servicios. Y por si fuera poco, ponen en circulación "cantidades industriales de toneladas" de esa moneda, causa de los ciclos económicos y del permanente aumento de precios que sufrimos y al que estamos tan habituados que consideramos hasta lo más normal del mundo.
Y de esos polvos vienen estos lodos. Tipos de interés artificialmente bajos. Tipos de interés cero. Hasta tipos de interés -reales- negativos.
Un tipo de interés (real) que sea cero o negativo se produce cuando el índice general de precios (IPC) es superior al tipo de interés de mercado que sigue la referencia del tipo marcado por el Banco Central.



Es como si a la pregunta ¿usted que prefiere?, ¿comer hoy o el año que viene?, usted respondiera: “mejor el año que viene, naturalmente”. ¿?¿?¿?¿?¿?

Porque ¡ojo!, no perdamos de vista las dos caras de la moneda. Si la sociedad recibe crédito a tipo de interés real cero o negativo es porque la sociedad ofrece crédito a ese tipo cero o negativo.
¿Quienes son éstos últimos?, ¿los que lo ofrecen?.
Pues en teoría, deben ser los que prefieren comer el año que viene.
¿Nos hemos vuelto locos, entonces, durante tantos años?. Obviamente no. Los autores del desaguisado han sido y son nuestros políticos y su legión de burócratas con sus torpes zarpas, manipulando el dinero y el crédito.



Antes he dicho que pueden hacerlo de forma bienintencionada ¿por qué?. Pues porque el fenómeno de la preferencia temporal, que se da en todo ser humano (adulto, en plenitud de facultades mentales), sin excepción, restringe el ahorro (y por tanto la inversión).
¡Claro, hay que remediar esto como sea!
Si no hay crédito para todos los demandantes (bienes reales que no se han consumido), ¿que hacen nuestros políticos y burócratas para seguir prometiendo y por tanto volver a ser reelegidos?: crear "nuevo dinero" (medios de intercambio) a través de la expansión crediticia rebajando el tipo de interés (o monetizando deuda pública). Es decir, ocultando la preferencia temporal de la gente, crean nuevas unidades monetarias con poder de compra para sobrepujar por los bienes y servicios ya existentes en el mercado.

Sin embargo, la teoría de la preferencia temporal, nos informa que una sociedad que carece de ahorro es una sociedad cuyos miembros apenas pueden cubrir sus necesidades vitales o poco más. O bien, el extremo opuesto, es decir que, creyendo encontrarnos en el paraíso, pensamos que no existe en realidad problema económico alguno, ni escasez de ninguna clase, y por tanto nos lanzamos a un consumo sin fin, olvidándonos de proveer el futuro.

Así pues, la expansión "artificial" del crédito "es la madre de todos los engaños", pura dinamita social. Se hace creer que existe un ahorro que, realmente no existe. Se produce la ficción de que ha habido un aumento del ahorro en paralelo a la expansión monetaria. La consecuencia inevitable será la descoordinación intertemporal entre ahorradores, inversores y consumidores.

El tipo de interés, manifestación de la preferencia temporal, es "el faro que destella en la costa al anochecer". Es guía de la actividad empresarial, puesto que señala al emprendedor el coste de los recursos puestos a su disposición por la sociedad (por los ahorradores) y el tiempo máximo que puede disponer de ellos.

La expansión del crédito orquestada por el banco central impulsa, bajo el engaño, un periodo económico de auge ficticio. Se comienzan entonces, proyectos que no se podrán culminar, puesto que no hay ahorro para ello, y los recursos son los mismos que había antes de la expansión monetaria. Se producirán entonces los sucesos microeconómicos que se describen en esta otra entrada: "Rastreadores" y que nos conducen a una crisis inevitable.



martes, 12 de mayo de 2009

"Cerdos capitalistas" y gasto público.

Las democracias occidentales intervencionistas (o sea, todas), saben de sobra que han exprimido al máximo la posibilidad de incrementar los ingresos fiscales. Desde hace décadas, el método que utilizan para intentar contrarrestar la escasez de capital, es la manipulación del dinero y del tipo de interés, “el milagro de los panes y los peces” que nos ha llevado a esta recesión.
A estas alturas, en realidad, carece de importancia si lo que se persigue con un incremento de los impuestos “inter vivos” o “mortis causa”, es una pretendida redistribución de la riqueza o el aumento de las arcas de la Hacienda Pública. Lo realmente importante son las consecuencias.
Para tal evaluación habrá que tener en cuenta si el proyectado aumento de la presión fiscal es compatible con un aumento de la producción del país o, por el contrario, consigue desincentivarla y disminuirla.
Se podría implantar un IMPUESTO TOTAL que confisque toda clase de rentas por encima de una especie de salario mínimo social fijado por el gobierno; y luego proceder a una “redistribución” en base al "valor" del trabajo de cada uno.
En tal sociedad seríamos todos muy iguales, pero probablemente, al cabo de un tiempo, los ciudadanos somalíes tendrían poco que envidiarnos.
A los consumidores debería importarnos un pimiento si son justificables o no fortunas superiores a 10 ó a 1000 millones, o todo ingreso o patrimonio superior a una determinada cifra. Lo que debería importarnos, como consumidores, es que el aumento o creación de tal o cual impuesto a los super-ricos, sea compatible con un crecimiento y abaratamiento general de bienes y servicios, y que no impida que se proporcionen nuevos y de mejor calidad.
Debería preocuparnos si tal intervención, por muy justa que parezca, está haciendo decrecer el capital total (los bienes de capital), es decir, el "pastel futuro a repartir".
De nada sirve la igualdad en la miseria. Si Fulano, se está forrando porque es el que mejor está satisfaciendo las necesidades de los consumidores, ¿deberíamos confiscar su enriquecimiento?; vale… estará muy bien visto ¿?……pero ¿que consecuencias trae eso?, ¿o nos la trae floja (con perdón) siempre y cuando se despoje de su riqueza a “todo cerdo capitalista explotador”?
En un libre mercado (hoy por hoy no existe tal cosa en estado puro), con normas democráticas preestablecidas que respeten la libertad individual (los contratos y la propiedad privada), no hay riqueza que se sostenga indefinidamente si no satisface la soberanía del consumidor.
Sin embargo ¿Qué es lo que está ocurriendo?, ¿Qué haría usted si fuera el afortunado ganador del sorteo de los euromillones? ¿Crearía empresas para proporcionar riqueza y empleo? ¿Se convertiría de la noche a la mañana en un “cerdo capitalista explotador”, complicándose la vida creando una empresa para vender sus productos a los consumidores mas baratos que la competencia? ¿Se quiere someter a las reglas implacables del mercado y al capricho de los consumidores?
¡Que va hombre!. Inviertalo en Deuda Pública de gobiernos occidentales. ¡Eso si que garantiza la conservación de grandes fortunas sin satisfacer un ápice las necesidades de los consumidores!.

Eso sí ... sólo mientras “todo este tinglado” no se vaya “al carajo”.

lunes, 11 de mayo de 2009

Robinson Crusoe se ha vuelto majara y ha decidido: "mañana sol y buen tiempo"

Está bien que el "dinero" esté barato. Pero, si no lo hay (es decir, si nadie quiere prestarlo barato), ¿Qué hacemos?... muy fácil: imprimirlo y prestarlo a tipos de interés muy reducidos, negativos si es menester.
Vale… entonces… ¿Por qué no se imprimen toneladas de millones de dólares, euros, yenes o libras, para eliminar el hambre y la miseria en el mundo?
Porque lo realmente necesario son los bienes de capital y estos no se crean como por arte de magia, imprimiendo medios de intercambio.
Veamos:
Imaginemos a Robinson Crusoe. Su situación actual es la siguiente: Trabaja 18 ó 20 horas al día (hasta caer rendido) recolectando frutos, pescando y cazando para sobrevivir. Por tanto, sólo duerme o descansa 6 horas/día máximo. No obstante es capaz de ahorrar una o dos piezas de fruta o tubérculos al día, quizás pasando un poco de hambre.

miércoles, 6 de mayo de 2009

ROAD TO PERDITION : "Asesinato estratégico estructurado de alta gama"

Continuando con el asunto de la legislación bancaria, (Basilea I, II, y los que vengan) principal causante de la crisis que soportamos, y que permite cometer a políticos y banqueros el delito de apropiación indebida, pues… una vez reunidos los altos mandamases del mundo mundial (G-20), podemos hacernos una idea, de lo que nos espera: regulación, recontra-regulación, falsos estímulos y más “burrocracia” a cascoporro.
Eso es lo que se nos viene encima. Más intervención de los Estados sobre intervenciones anteriores, que han devenido catastróficas y cuyos costes recaerán de nuevo sobre las espaldas del hombre olvidado, pero me temo que lo de someter a las entidades financieras a la mismas reglas a las que nos sometemos el resto de los mortales (código civil, mercantil y penal), impidiendo que "cometan legalmente el delito de apropiación indebida", nada de nada.
¿Y por qué no?
Pues, aprovechando la jerga de un “sketch” que circula por internet explicando la crisis de las “subprime”:
Seria algo así como, un país que, por alguna razón, hubiera eliminado de su código penal un determinado delito imaginario, pongamos que sea, “el asesinato estratégico estructurado de alta gama”. Como, de ninguna manera la sociedad soporta ni soportará este tipo de asesinatos, la responsabilidad individual hace que en un periodo de tiempo posterior, no se produzca ninguno. Aún así el gobierno se ve obligado a dedicar ingentes cantidades de recursos materiales y humanos para que no se produzcan, porque sabe que cuando no pueda evitar uno, no podrá castigarlo porque no está tipificado en el código. A pesar de todo, pasado un tiempo, llega un periodo de disturbios y se cometen varios asesinatos de este tipo.
¿Cuál es la solución que nos proponen?.
Dedicar todavía más recursos humanos y materiales. Y más regulación.
Pero sorprendentemente esta nueva regulación no consiste en prohibirlo, si no en un marasmo de normas absurdas tales como: “Prohibir apalancamientos investidos en callejones oscuros”, “obligatoriedad de informar sobre niveles de riesgo derivados de portadores de armas”, “toques de queda estructurados”… etc , etc, etc, todo ello controlado por más y más legiones de burócratas bien pagados.

Bien... , tal vez, algún malpensado podría deducir de todo esto, que son los gobiernos los principales interesados en cometer regularmente “asesinatos estratégicos estructurados de alta gama”.


miércoles, 29 de abril de 2009

¿Que pasa, que no puede fabricar el pais más dinero? ó ¿Como va esto? (Andy & Lucas)


Fue entonces cuando Andyrepentinamente iluminado,
se puso muy serio y se dirigió a la entrevistadora:
-"Oye, tú que tienes estudios...", empezó la frase, con toda la modestia
de que sólo la infinita sabiduría es capaz.
Y remató:

-"¿QUÉ PASA, QUE NO PUEDE FABRICAR EL PAÍS MÁS DINERO O CÓMO VA ESTO?".

Bien, vale .... No lo saben Andy y Lucas (ni tienen porque saberlo). Y no lo sabe el periodista que publica el artículo, que realmente no tiene ni zorra idea de cual es la respuesta a la pregunta de Andy puesto que, si no, la hubiera respondido.
¿Por qué los actuales “Estados del Bienestar” no pueden permitir que quiebren las entidades financieras y sin embargo el resto de empresas, sí que se pueden ir al carajo?

¿Esto funciona así, fatal e inexorablemente, “por designio Divino”?. Lo cierto es que funciona así porque la inmensa mayoría de los ciudadanos no sabe como funciona. Si conocieran el "mamoneo", otro gallo nos cantaría.

lunes, 27 de abril de 2009

El hombre olvidado


William Graham Sumner


«... tan pronto como A observa algo que le parece una injusticia y cuyas consecuencias súfrelas X, consulta con B y ambos propugnan se apruebe una ley destinada a remediar el mal y a ayudar a X. Su ley siempre persigue determinar lo que C debe hacer por X o, en el mejor de los casos, lo que A, B y C deben hacer por X.... Lo que deseo es llamar la atención sobre C.... Le llamo el Hombre Olvidado. ... Es el hombre en quien nunca se piensa. Es víctima de reformadores, especuladores sociales y filántropos y espero demostrarles a ustedes antes de terminar que merece nos preocupemos de él, tanto por su personalidad como por las muchas cargas que ha de soportar

"La mayoría de los proyectos filantrópicos o humanitarios se ajustan al siguiente esquema: A y B se reúnen para decidir lo que C debe hacer por el bien de D. Todos los esquemas de este tipo están viciados radicalmente, desde el punto de vista sociológico, por el hecho de que a C no se le permite opinar acerca del asunto, y de que su posición, su carácter y sus intereses, así como los efectos que se producirán sobre la sociedad por su conducto, se pasan totalmente por alto. C es lo que yo llamo el Hombre Olvidado"(William Graham Sumner - 1883).



Es una ironía histórica el que cuando la primera frase de arriba —del Hombre Olvidado— fue resucitada en los años cuarenta del siglo pasado, fuese aplicada no a C, sino a X, y sin embargo, C, a quien entonces se pedía mantuviese mayor número todavía de individuos X, se hallaba más olvidado que nunca. Es C, el Hombre 0lvidado, a quien siempre se recurre para salvar el trasero del político demagogo, al objeto de que pague las consecuencias de su hipócrita generosidad.



"Todas las leyes prohibitorias, suntuarias y moralizadoras contienen la misma falacia. A y B deciden ser abstemios, lo cual suele ser una determinación sabia, y a veces necesaria. Si A y B están motivados por consideraciones que les parecen buenas, esto es suficiente. Pero A y B se reúnen para proponer que se promulgue una ley que obligue a C a ser abstemio por el bien de D, quien corre peligro de beber demasiado. No se ejerce presión alguna sobre A y B, quienes hacen lo que consideran correcto y les gusta. Rara vez la hay sobre D, a quien eso no le gusta y lo evita. Toda la presión recae sobre C. Y entonces surge la pregunta: ¿Quién es C? Es el hombre que utiliza las bebidas alcohólicas con cualquier propósito honesto, que hace uso de su libertad sin abusar de ella, que no provoca problemas públicos y no molesta a nadie. El es, nuevamente, el Hombre Olvidado, y tan pronto como lo saquemos de la oscuridad en que está sumido veremos que es precisamente lo que cada uno de nosotros debería ser".

"Los amigos de la humanidad parten de ciertos sentimientos benévolos hacia "los pobres", "los débiles", "los trabajadores" y otros a quienes hacen sus favoritos. Generalizan estas clases y las tornan impersonales, con lo cual las convierten en mascotas sociales. Luego se vuelven hacia las otras clases y apelan a su simpatía, a su generosidad y a cualquier otro sentimiento noble que albergue el corazón humano. La acción que proponen es una transferencia de capital de aquellos que están en mejor situación hacia los que están peor. Sin embargo, el capital es la fuerza que mantiene y lleva adelante la civilización. Una misma parte de capital no puede usarse de dos maneras diferentes. Por lo tanto, cada porción de capital que se le da a un miembro inútil e ineficiente de la sociedad, que no la hace rendir ganancias, se aparta de un uso reproductivo; pero si se la destinara a un uso reproductivo, le sería concedida, en forma de salario, a un trabajador eficiente y productivo. Por ende, el que realmente sufre a causa de una benevolencia semejante, que consiste en gastar capital para proteger a los inservibles, es el trabajador diligente. Pero no obstante, jamás se piensa en él en cuanto a esto. Se da por sentado que tiene lo que necesita y se hace caso omiso de él. Esto únicamente demuestra cuan poco se han popularizado hasta ahora las verdaderas ideas sobre economía política. Existe un prejuicio casi invencible, según el cual el hombre que da un dólar a un pordiosero es generoso y tiene buen corazón, pero el que rechaza al mendigo y pone el dólar en una cuenta de ahorro es mezquino y despreciable. El primero está poniendo capital allí donde lo más seguro es que se lo desperdicie, y donde será algo así como la semilla de donde surgirá una larga serie de dólares futuros que desperdiciará para evitarse la violencia de rechazar el pedido de ayuda, pese a la compasión que experimenta. Puesto que el dólar podría haber sido transformado en capital y entregado a un trabajador que, al ganarlo, lo estaría reproduciendo, podría considerarse que se le está quitando a éste. Cuando un millonario le da un dólar a un mendigo, la ganancia que este último obtiene es enorme, y la pérdida de utilidad para el millonario es insignificante. Por lo general el análisis se detiene en este punto. Pero si el millonario convirtiera ese dólar en capital, lo pondría en el mercado de trabajo en forma de demanda de servicios productivos. Por lo tanto, hay otra parte interesada, a saber, la persona que presta servicios productivos. Siempre hay dos partes, y la segunda es, siempre, el Hombre Olvidado, y todo aquel que quiera comprender realmente este tema debe buscar a este Hombre Olvidado. Al encontrarlo, comprobará que es digno, laborioso, independiente y que se mantiene con sus propios recursos. No es, técnicamente, "pobre" o "débil"; se ocupa de sus propios asuntos, y lo hace sin quejarse. En consecuencia, los filántropos nunca piensan en él y lo desprecian".

domingo, 26 de abril de 2009

Tipos de interés



Siguiendo a Ludwig Von Mises, en una economía monetaria (donde sea posible el cálculo económico) diremos: que el tipo de interés es un fenómeno que llevamos todos los humanos en nuestras cabezas, independientemente de lo que digan o hagan gobiernos y bancos centrales. Es el descuento de bienes futuros por bienes presentes. Es la tasa de preferencia temporal que determina la mayor valoración de los bienes presentes con respecto a los bienes futuros. Es la relación que existe entre la valoración que damos a satisfacer una necesidad en el presente y la valoración que damos a satisfacerla en el futuro. Cada ser humano tiene su propia valoración. En función de ella (junto a otros factores -riesgo, inflación- u otras motivaciones psicológicas), cada agente de la economía de mercado, ahorra, invierte o consume. Y - sin intervenciones institucionales- acude al mercado (expresión de sus valoraciones) para ofrecer su ahorro o para demandar el ahorro de otros.

sábado, 25 de abril de 2009

Quienes tan dolorosamente sufren las penalidades del reajuste, deberían cuidarse de impedir una nueva expansión crediticia...




*"….Pero los quebrantos morales que ocasiona son aún mas graves que los perjuicios materiales. La gente pierde la fe en si misma y desconfía de todo. Cuanto mayor fue primero su optimismo, tanto mas honda es luego la desesperanza y frustración. Suele el hombre atribuir los favores del destino a la propia valía, considerándolos justo premio a su laboriosidad, talento y probidad. Para los reveses de la fortuna, en cambio, busca siempre a alguien a quien responsabilizar y suele atribuirlos a la irracionalidad de las instituciones políticas y sociales. No se queja de los gobernantes cuando fomentan la expansión crediticia, pero les achaca el insoslayable resultado final. Para el público el único remedio contra los males producidos por la inflación y la expansión crediticia consiste en incrementarlas.




Hay, dicen, instalaciones cuya capacidad productiva no se aprovecha o al menos no en el grado en que podría serlo. Hay montones de mercancía sin salida y ejércitos de obreros sin trabajo. También hay multitudes que desearían ampliar su consumo, cubrir sus necesidades del modo mas cumplido posible. Lo único que falta es crédito. La expansión crediticia permitirá a los empresarios proseguir o ampliar la producción y quienes se encuentren sin trabajo hallarán nuevos empleos que reforzarán su capacidad adquisitiva y les permitirá comprar todas esas mercancías invendidas. El argumento parece plausible, pero es totalmente falso.







Si las mercancías no pueden venderse y los obreros no encuentran trabajo es porque los precios y los salarios son demasiado elevados. Quien desea colocar sus mercaderias o su capacidad laboral, debe reducir sus pretensiones hasta encontrar comprador. Tal es la ley del mercado. Es así precisamente como se orientan las actividades de cada uno por los cauces que permiten atender mejor las necesidades de los consumidores. 




Las inversiones desacertadas hechas en el periodo de auge han inmovilizado factores inconvertibles de producción en determinados cometidos, detrayéndolos de otros donde eran mas urgentemente requeridos. Esos factores están mal repartidos entre las diversas ramas industriales, y su perfecta distribución solo puede remediarse mediante la acumulación de nuevos capitales y su inversión donde más se necesitan. Se trata de un proceso necesariamente lento…



A nada conduce perturbar el proceso de readaptación mediante nuevas actividades expansionistas. Tales intervenciones, en el mejor de los casos, solo sirven para interrumpir, dificultar y, en definitiva, retrasar el fin de la depresión, si no es que incluso llegan a desatar una nueva expansión con todas sus inexorables consecuencias. Se retrasa el proceso de reajuste, aun sin nuevas expansiones crediticias, por los efectos psicológicos que provocan en la gente los desengaños y sinsabores. Todo el mundo quiere engañarse creyéndose poseedor de inexistentes riquezas. Los hombres de negocios prosiguen proyectos sin rentabilidad y gustosos cierran los ojos ante la desagradable realidad. Los trabajadores demoran la rebaja salarial que la situación del mercado exige; quisieran evitar tener que reducir su nivel de vida, cambiar de ocupación o trasladarse a otras zonas. La gente está tanto mas descorazonada cuanto mayor cuanto mayor había sido antes su optimismo. Magnificas oportunidades, por falta de fe y espíritu emprendedor quedan desaprovechadas. 




Pero lo peor es que los hombres son incorregibles: al poco tiempo, redescubrirán la expansión crediticia y, una vez más la triste historia se reiniciará.


Quienes tan dolorosamente sienten las penalidades del reajuste deberían cuidarse de impedir a tiempo toda expansión crediticia....."



Por Ludwig Von Mises. La acción humana, Human Action 1949. (texto: Unión Editorial, 7ª edición, pag 682 y siguientes)


"Las continuas alzas y bajas de la actividad económica, la inevitable secuencia de auges y depresiones, son los insoslayables efectos provocados por los reiterados intentos de rebajar el interés bruto de mercado mediante la expansión crediticia. No hay forma de evitar el colapso final de todo auge desatado a base de expansión crediticia. Tan sólo cabe optar entre provocar más pronto la crisis poniendo fin voluntariamente a la expansión crediticia o dejar que, por sí solos, el desastre y la ruina total del sistema monetario se produzcan algo más tarde".

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Actualización: voz de Ludwig Von Mises, conferencia 1962
"Es un mito que exista un conflicto entre empresas y empleados"




*Las entradas de este blog, estarán basadas fundamentalmente en los textos del más grande economista de todos los tiempos: Ludwig Von Mises, contadas de la forma mas sencilla que me sea posible.