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sábado, 24 de noviembre de 2018

"El capital necesita al patriarcado para subordinar a las mujeres y explotar más eficazmente a la clase obrera"


Empecé a ver un debate, capitalismo vs. socialismo y me encontré con este discurso de la "feminista 3.0" Rosana López (que transcribo íntegro más abajo).




Es uno de los discursos más nauseabundos que haya podido escuchar.
Lo es por las falacias que regurgita la sra. López de forma expresa, como cuando afirma sin despeinarse que: “dada la alianza capitalismo-patriarcado, el derecho a la sexualidad de las mujeres está en poder de los hombres y de los negocios del capital”. Y lo es por el ataque que despliega contra la institución de la familia, cuando tácitamente sostiene que: “la reproducción de la vida humana, no debe ser un asunto individual sino estatal”. 
Es decir, mientras previamente había afirmado, sin inmutarse, que: “bajo el capitalismo se verifica que la propiedad privada se extiende a las personas”, a continuación adjudica al Estado el control de la reproducción de la vida humana; función que: “ha sido privatizada por el capitalismo”, afirma textualmente, sin menear una ceja. 
En otras palabras: tus hijos no son tus hijos, son asunto estatal del mismo modo que lo serían tu trabajo y tu mismo, en la comunidad socialista.

¡Delirante!

Si alguien sigue pensando que la tradicional dialéctica de lucha de clases marxista entre proletariado y burguesía no se ha trasladado a otros escenarios pero bajo la misma lógica de colectivos oprimidos contra colectivos de opresores, aquí tiene la prueba. El discurso pronunciado por una mujer en un debate cuyo título era “la moralidad del capitalismo versus la moralidad del socialismo, identifica, como no, patriarcado con capitalismo, y al feminismo con la clase obrera. "El capital, en simbiosis con el patriarcado, oprime y subordina a la mitad de la humanidad: las mujeres". Esperaba encontrar, en un debate serio como este, los disparates socialistas habituales (que los hubo), pero no un engendro de este calibre.
Mientras la escritora y profesora feminista Camille Paglia, reconoce que "gracias al capitalismo se hizo posible la emancipación y la libertad de las mujeres del trabajo doméstico" y "por primera vez, en el siglo XX, las mujeres consiguieron no ser dependientes de su padre, hermano o esposo"; sin embargo, este otro feminismo 3.0 representado por el neo-marxismo postmoderno (ignorando la enorme evidencia empírica contraria a sus tesis),  dice que: “esa es la razón de la tendencia mundial creciente de la feminización de la pobreza”... porque: “sobre la base del ineludible hecho biológico por el cual la gestación debe desarrollarse en una mujer se construye todo el corpus ideológico de la maternidad”.[¿?]

¡¡El corpus ideológico de la maternidad!! ¿Pero qué diablos significa eso?. De este lenguaje, parece desprenderse una especie de odio irracional a la biología. ¡Demencial!

Como dice Jordan Peterson: “nos enfrentamos a un asalto a todo lo que ha sido establecido desde la ilustración: racionalidad, empirismo, ciencia, claridad de mente, diálogo, la idea del individuo, todo eso. Y no sólo está bajo ataque, además: ¡debe ser destruido!”


Tras mencionar los falsos topicazos del techo de cristal y la brecha salarial, en los cuales no me voy a detener aquí, (simplemente vea este vídeo de la abogada Yobana Carril) ...





... la sra. López Rodriguez despliega su artillería neomarxista contra la prostitución y como no, contra la gestación subrogada, para decir que: "pagarle a mujeres pobres por gestar es el último deseo cumplido de la burguesía"; añade: ”el capital necesita al patriarcado para subordinar a las mujeres y explotar más eficazmente a la clase obrera en su conjunto”. Y remata, nada menos con: "la gestación subrogada viola los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en aras del liberalismo". 
Finaliza la exposición postmoderna, como es natural, llamando a aniquilar la sociedad de clases, es decir acabar con el patriarcado opresor, "para que los problemas que portamos las mujeres no terminen como en el cuento de la criada”.

Y es que esta gente lleva en su ADN el no respetar ni aceptar los acuerdos voluntarios  (que no constituyan dañó físico - o amenaza- contra terceros) entre las personas, incluidos los de carácter sexual o reproductivo. Para ellos el individuo no cuenta, la dialéctica es entre colectivos. Si en un contrato, uno de los intervinientes forma parte del colectivo oprimido, no aceptan que ese intercambio voluntario de bienes y/o servicios entre dos individuos que esperan beneficiarse de él, constituya un acuerdo libre y realmente voluntario. Pero al no aceptar esa premisa y negar la voluntariedad, forzosamente la alternativa es que un tercero, constituido en juez supremo, debe decidir qué es lo que beneficia a cada parte, anulando la voluntad de los intervinientes; y a partir de aquí, no queda otra: el juez supremo decidirá también qué bienes y servicios deben producirse y cuales no, de qué modo deben producirse, quien debe hacerlo y para quien. Es decir: totalitarismo, imposibilidad del cálculo económico y miseria.

Nauseabundo es poco decir. El socialismo, bajo cualquier disfraz, feminista o postmoderno, sigue siendo el manual de instrucciones para gestionar una ganadería de seres humanos.


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Transcripción de la intervención De Rosana López Rodriguez


Capitalismo vs Socialismo, debate, intervención de Rosana López Rodriguez, Lic. Letras UBA, Investigadora del CEICS – Buenos Aires, Nov. 2018


... Mientras las fuerzas productivas se desarrollaron de una manera excepcional, llevamos vidas cada vez más pobres y cada vez más oprimidas.
Este sistema económico sobrevive y se reinventa a pesar de las crisis y de su descomposición. Como el dios Proteo va cambiando de forma pero no retrocede nunca. Esa es la mejor manera que tiene de ocultarse….
El capitalismo … puso en práctica desde sus comienzos la antigua fórmula: “pocos pueden dominar a muchos, dividir para reinar”.
La simbiosis adaptativa más extendida y exitosa del capitalismo es la que ha establecido con el patriarcado.
Esta es la alianza más fuerte de todas porque le permite subordinar nada más ni nada menos que a la mitad de la humanidad. De ese modo el sistema de explotación se profundiza y se despliega más eficazmente.

1.- En primer lugar

Esa división genérica justifica peor trato para las subordinadas. Mencionaré solamente dos fenómenos del campo laboral de los cuales, el capitalismo se beneficia.
  • Una es el techo de cristal. Esa limitación no explícita para el ascenso profesional o laboral de las mujeres. No hay leyes que la sostengan pero los hechos demuestran su existencia.
  • El otro fenómeno es la brecha salarial. Esa diferencia en menos entre los salarios de las mujeres y de los hombres por el mismo trabajo. Obviamente tampoco es un fenómeno que se asuma de manera pública, aunque es evidente que continua a pesar de las leyes antidiscriminatorias.


2.- En segundo lugar:

Bajo el capitalismo se verifica cómo la propiedad privada se extiende a las personas. Las mujeres no estamos a la altura de vínculos afectivos sexuales igualitarios. Todavía la constitución de una pareja permite que el varón considere que esa mujer le pertenece. Los femicidios y las violaciones son nuestro pan cotidiano. Y la prostitución, una forma de sobrevivir, en la cual, la abrumadora mayoría son mujeres de la clase obrera arrinconadas por la miseria. El derecho a la sexualidad de las mujeres sigue en poder de los hombres, y por supuesto, dada la alianza que estamos examinando (capitalismo/patriarcado),  de los negocios del capital.


3.- El tercer elemento clave es:

Cómo el capitalismo convirtió la reproducción de la vida humana, que es una necesidad social, en una obligación de los individuos; la privatizó. Cada una de nosotras es responsable materialmente por sus hijos. Sobre la base del ineludible hecho biológico por el cual la gestación debe desarrollarse en una mujer, se construye todo el corpus ideológico de la maternidad. Ni siquiera las mejores intenciones de las leyes pueden evitar que proliferen los juicios por alimentos luego de los divorcios ni resolver la necesidad de las madres obreras de trabajar y maternar. Así es como las trabajadoras seguimos asumiendo las tareas de reproducción, trabajo doméstico y de cuidado en general, mientras lidiamos con el trabajo asalariado. Lo que se conoce como doble jornada. Esta es la razón de la tendencia mundial creciente de la feminización de la pobreza.

4.- Último elemento:

Quiero mencionar un último elemento que, junto con la reglamentación de la prostitución, viene a conculcar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en aras del liberalismo. El fenómeno de los vientres de alquiler. Pagarle a mujeres pobres por gestar es el último deseo cumplido de la burguesía que, como Proteo se disfraza y pretende hacernos creer que es libertad aquello que es necesidad. El capitalismo pretende que es la primera sociedad que permite la liberación de las mujeres, y que si no está terminado ese proceso, ya llegará. 

Conclusión:

Hemos vivido etapas de avance y no precisamente porque el capital lo quiera sino como producto de las luchas y contra el capital. No son méritos del capitalismo sino del feminismo y de la clase obrera. Por otra parte cada avance siempre produce un retroceso, una reacción. El capital necesita al patriarcado para subordinar a las mujeres y explotar más eficazmente a la clase obrera en su conjunto. Es por eso que nada garantiza, mientras exista la sociedad de clases que los problemas que portamos las mujeres no terminen como en el “cuento de la criada”. Símplemente bastará con que dejemos el capitalismo librado a las libertades individuales.


Muchas gracias.






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