1.- En beneficio del consumidor. CONTROL DE PRECIOS. Se
imponen precios máximos a los productos por debajo de los precios de mercado.
Desaparición de empresarios obligados a vender por debajo del precio de coste.
Consecuencias: desabastecimiento. Si se lleva al extremo, cartilla de
racionamiento.
2- En beneficio de los trabajadores. SINDICALISMO ó
NACIONAL-SINDICALISMO. El empresario sufre las pérdidas, pero se le arrebatan
los beneficios y éstos se distribuyen entre los empleados. El consumidor no
pinta un pimiento en la orientación de la producción. Si un modelo como ése
hubiera sido adoptado hace ciento cincuenta años, todas las innovaciones
logradas en este período se habrían vuelto imposibles de alcanzar. La tasa de
capital per cápita, de la cual, dependen los salarios reales, caería en picado.
Decrecimiento económico devastador.
3.- En beneficio del Estado. IMPUESTO DE SOCIEDADES DEL
100%. Confiscar todas las ganancias obtenidas por los empresarios en beneficio
del Estado, transformaría a los empresarios en administradores irresponsables
de todas las instalaciones y lugares de trabajo. Al igual que en el punto 2, no
estarían sujetos a la supremacía del público comprador. Serían personas que
tienen el poder para manejar la producción como les plazca. Miseria, pobreza,
caos.
Los países más pobres se encuentran en la parte baja del
ranking de libertad económica. Son aquellos cuyos gobiernos (que no han
adoptado un socialismo sin reservas), aplican conjunta e inténsamente estos
tres modelos de cancelación del beneficio empresarial. Libertad económica o
Estatismo (control total estatal de los medios de producción). NO HAY ZONA
INTERMEDIA ESTABLE. No puede haber algo así como un sistema no socialista sin
pérdidas y ganancias empresariales.
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