.

.

lunes, 14 de marzo de 2022

War Criminal

 



Putin es un autócrata; sin embargo, tenía cierto prestigio en Occidente. No es un globalista. Contaba con un grupo brillante de personas ocupándose de la macroeconomía. El Banco Central, el Ministerio de Economía, estaban dirigidos al más alto nivel profesional. Rusia tenía importantes reservas de moneda extranjera (hoy congeladas por las sanciones internacionales). Tenía una inflación razonable, un presupuesto muy equilibrado y una deuda estatal muy baja: el veinte por ciento del PIB, la más baja de cualquier economía importante. Una de las mejores gestiones macroeconómicas. Sin embargo construyó un régimen en el que la propiedad privada, una vez más, depende totalmente del gobernante. Además, entre otras "lindezas democráticas", Alexey Navalny, principal rival político vivo de Putin, envenenado por el FSB, cumple condena en prisión.  Al fin y al cabo, Rusia es una dictadura militar-policial con un déspota -proveniente de la KGB- en el poder. Como era de esperar, finalmente, la balanza se ha desequilibrado hacía el lado militar-policial (de donde viene Putin) doblegando a la parte profesional macroeconómica. Putin, por desgracia, no es un Ludwig Erhard (cuan distinto sería el mundo si Rusia hubiera encontrado a su Ludwig Erhard). Un régimen, el de Putin, con todos los problemas de información (y corrupción) que suelen tener los déspotas: terminan rodeándose de gente que sólo cuentan lo que el tirano quiere oír. "Selección negativa" se denomina. La información empeora. Los aduladores aumentan en número. Los mecanismos correctivos disminuyen. Y los errores se vuelven mucho más importantes. La invasión, además de un atroz acto criminal, ha sido un error geopolítico descomunal. Zelensky, “el actor presidente”, judío, no ha desertado y salido por patas del país. Resultó que tiene cojones. Kiev no ha caído en tres días; el pueblo ucraniano está combatiendo la agresión, y la siguiente sorpresa para Putin, probablemente, haya sido la reacción de Occidente, cuyos políticos, en principio aplicaron tibias sanciones, puro teatro. Sin embargo, posteriormente, parece como resurgido desde abajo. Resulta que Occidente no está acabado aún, ni está correctamente representado por la legión de políticos globalistas que nos están arruinando con sus políticas eco-feministas e identitarias, que reaccionaron,(tarde y mál) presionados desde abajo, 4 ó 5 días después de iniciada la invasión

 

Candance Owens 05/03/2022

Occidente ha sido y es una serie de instituciones y valores. “Occidental” significa libertad individual, Imperio de la Ley, Democracia, respeto por el individuo y las minorías, respeto por la vida, la integridad física, propiedad privada, pluralismo de opinión (muy mejorable), mercados abiertos y todas las demás libertades que disfrutamos y que el criminal y déspota Putin está aniquilando en Ucrania. Occidente, hoy más que nunca, es Polonia y millones de familias europeas. Occidente no son sus líderes políticos. Occidente es un entramado de instituciones civiles y tradiciones; un entramado de contrapesos institucionales, que intentan salvaguardarnos de eventuales líderes demagogos y de nuestra propia estupidez democrática.


Putin se equivocó asumiendo que Occidente simplemente se iba a plegar del mismo modo que se equivocó dando por hecho que implantaría un gobierno títere en Kiev en tres ó cuatro días; son los problemas de información que tienen los déspotas; mucho más atenuados en las -imperfectas- democracias liberales (cuyos gobiernos, por cierto, ya están instrumentalizando la emergencia de la guerra de Ucrania del mismo modo que instrumentalizaron la emergencia del Covid-19: para incrementar el poder y el control sobre los ciudadanos). No sabemos como terminará esto, mal para el planeta, o mal para Ucrania con toda seguridad. Si Putin permanece en el poder una vez finalizada la agresión, ponerse tras un micrófono y proclamar: “el sufrimiento de las víctimas nunca debió haberse producido” (como hizo "quien yo me se"), constituiría un repugnante y falaz intento de justificar el exterminio mediante un supuesto inexorable curso de la Historia consecuencia de conflictos geopolíticos previos. Todo el prestigio que Putin pudiera haber acumulado, lo ha dilapidado por el retrete de la Historia. Hay gente que apoya, justifica, defiende ... a Putin. Lo hacen con notables razonamientos geopolíticos, ideológicos, comparativos, ... y tal y tal. Desconozco si habrán visto en televisión (y redes sociales) todas las imágenes de destrucción, asesinatos y horror que está perpetrando este tirano. Pero, la moralidad tiene también una base emocional. El psicólogo y escritor Jonathan Hait escribió que los individuos que tienen completamente dañada la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), en estudios realizados, el daño causaba que su emotividad se redujese casi completamente. Estos pacientes podían mirar las fotografías más alegres u horribles y no sentir absolutamente nada. Conservaban intacto el conocimiento de lo que estaba bien y lo que no, y no mostraron ningún déficit en su cociente intelectual, incluso obtuvieron buenas puntuaciones en las pruebas de moralidad de Kohlberg. Sin embargo, cuando se trataba de tomar decisiones que afectaran a sus vidas personales y sus trabajos, tomaban pésimas decisiones o eran incapaces de decidir en absoluto. Así, se alejaban de sus familias y de sus empleadores, y muchas veces sus vidas se venían abajo. La interpretación de todo ello fue que "los sentimientos viscerales y las reacciones corporales eran necesarios para pensar racionalmente, y que una de las funciones de la CPFVM era integrar esos sentimientos viscerales en las deliberaciones conscientes de una persona. Si ponderas las ventajas y desventajas de asesinar a tus padres… ni siquiera puedes hacerlo, porque los sentimientos de horror se precipitan a través de tu CPFVM". Bien, parece claro que idéntico ejercicio constituye el argumentar a favor de Putin tras presenciar en televisión o redes sociales las imágenes de horror, destrucción y crímenes de lesa humanidad que está perpetrando este tipo y tras escuchar sus reiteradas amenazas de utilización del arsenal nuclear.

Ahora sólo es un criminal con alta probabilidad de ser procesado por La Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, y que, desde esta misma fecha, no va a poder poner un pie, sin riesgo de ser detenido, en territorio de los 123 Estados que han ratificado el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, de 17 de julio de 1998, entre ellos, España:

Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional


A petición de 39 países*, Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional tiene abierta una investigación a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, habiendo encargado a su equipo “que explore todas las oportunidades de preservación de pruebas”. A diferencia de conflictos anteriores, esta guerra ocurre en un momento en que todos llevan un dispositivo de grabación en el bolsillo, lo que permite la posibilidad de recopilar evidencia significativa en tiempo real y preservarla. No podrá ocultar la masacre que está perpetrando en Mariúpol, por ejemplo.

La corte tiene 123 estados miembros, pero ni Rusia ni Ucrania son parte. Sin embargo, en 2015, cuando Rusia invadió y se anexó Crimea, Ucrania remitió el conflicto a los tribunales para que lo investigaran. Y hay una disposición en el Estatuto de Roma, el artículo 12.3, que permite a los Estados que no son miembros de la Corte remitir un conflicto y denuncias de delitos a la Corte. Pero se debe iniciar una investigación, y una forma de que eso suceda es si uno de los 123 estados miembros le pide a la Corte que investigue. Y se acaba de anunciar el día 3 de marzo que 39 estados remitieron la situación de Ucrania a la Corte Penal Internacional para su investigación. El fiscal de la Corte anunció que de inmediato abre una investigación y comenzará a recabar pruebas. Esa investigación también está abierta sobre crímenes pasados ​​que podrían haber ocurrido en Crimea y el este de Ucrania por gobernantes de ambos países.

La Corte Penal Internacional tiene jurisdicción sobre cuatro tipos de delitos: crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio y agresión. Putin no podría ser condenado por el crimen de agresión por no haber ratificado Rusia el tratado, sin embargo, a Putin se le acusará por los tres primeros, por lo que podría ser condenado a cadena perpetua por los siguientes crímenes cometidos en territorio ucraniano:

  • - Genocidio, art 5.a). Entendiendo por genocidio: a) Matanza de miembros de un grupo nacional; b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
  • - Crímenes de Lesa Humanidad. 1-Asesinato (art 7,a), cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque. 2-Exterminio (art 7,b); que comprende la imposición intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas encaminadas a causar la destrucción de parte de una población.3- Deportación o traslado forzoso de población (éxodo de millones de refugiados)
  • - Crímenes de Guerra. Infracciones graves de los Convenios de Ginebra (bombas de racimo y de vacío). Destrucción y/o apropiación de bienes, no justificadas por necesidades militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente.

*Estos son los 39 países que han interpuesto “querella” ante las Oficinas del Fiscal de la Corte Penal Internacional:

Albania, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Colombia, Costa Rica, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda , Italia, Letonia, Principado de Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.


No hay comentarios: