A Pablo Iglesias "le pone" el socialismo tipo germano
(Zwangswirtschaft).
Se empieza por sectores estratégicos y “cuando la fijación
de precios, salarios y tipos de interés llega a abarcar toda la economía, el
socialismo de tipo germano reemplaza al mercado. Entonces el mercado, el cambio
interpersonal, la propiedad privada de los medios de producción, la
empresarialidad y la iniciativa privada, virtualmente desaparecen ..[.] .. Ya
nadie puede influir por sí mismo, como consumidor, en el proceso de producción;
todo el mundo debe obedecer las directrices que emanan del supremo organismo
rector. Lo que, en tan complicada ordenación, se denomina precios, salarios e
interés ha dejado de serlo, en sentido cataláctico. Estos conceptos son meras
cifras que el jerarca supremo fija sin relación alguna con el proceso del
mercado.” (L.V.M.).
Y es que, bajo una apariencia democrática, a Pablo Iglesias
le pone cachondo el socialismo tipo germano (sí, eso que se aplica en
Venezuela), es decir, el “Nazionalsocialismo”. Precios mínimos, precios
máximos, banca pública, empresa pública de energía, control de la transición
energética, control, control y más control. Todo está subordinado al interés
general, determinado, naturalmente, por el jerarca supremo.
Son muchos los partidarios de la intervención del Estado en
la Economía. De hecho, según reciente estudio del BBVA, España es
mayoritariamente anticapitalista. No saben ni por donde les pega el aire. Es
patente la confusión mental de la población por su incapacidad para apreciar la
esencial diferencia que existe entre el sistema económico basado en el mercado
y toda ordenación económica carente del mismo o fuertemente intervenido en
favor de élites de privilegiados u oligopolios asociados al poder político.
Decía Von Mises que “ha habido y hay defensores del control
de precios que sin embargo se han declarado partidarios de la economía de
mercado. Proclaman enfáticamente que el gobierno puede alcanzar sus objetivos
fijando precios, salarios y tipos de interés, sin tener por ello que abolir ni
el mercado ni la propiedad privada de los medios de producción, y sostienen que
la regulación coactiva de los precios es el mejor —o más bien el único—
procedimiento para conservar el régimen de empresa privada e impedir el
advenimiento del socialismo. No admiten que alguien cuestione su doctrina y
demuestre que el control de precios, no sólo empeora la situación —incluso desde
el punto de vista de políticos y dirigistas doctrinarios—, sino que además
conduce al socialismo”…[..]… “En la Alemania Nazi, los empresarios habían
desaparecido, eran jefes de empresa (los Betriebsführer en la terminología de
la legislación nazi). Tales personajes, a primera vista, dirigen y ordenan las
empresas a ellos encomendadas; compran y venden, contratan y despiden personal,
conciertan operaciones financieras, pagan intereses y amortizan créditos. Pero
en estas actuaciones se ven obligados a seguir rigurosamente las directrices
que el gobierno les marca en cada caso. Este órgano administrativo (el
Reichswirtschaftsministerium hitleriano) instruye detalladamente a los jefes de
empresa acerca de qué y cómo han de producir; a qué precio y dónde deben comprar;
a quiénes, en fin, han de vender. Cada uno halla predeterminado el puesto a
desempeñar y la retribución a percibir. El mercado ya no es más que mera
ficción. Sólo el gobierno determina los sueldos y salarios, los precios y los
tipos de interés. Esos salarios, precios e intereses sólo en sentido formal
pueden considerarse tales; en realidad no son más que puras expresiones
cuantitativas manejadas por la administración para determinar el trabajo, los
ingresos, el consumo y el nivel de vida de cada ciudadano. El gobernante, por
sí y ante sí, ordena y encauza toda la actividad productora. Los jefes de
empresa obedecen y cumplen las órdenes del gobierno, sin que para nada influyan
los deseos y apetencias de los consumidores, y los precios de mercado ya no
determinan la producción. Estamos ante un socialismo que pretende ocultarse
tras máscaras capitalistas”: “Zwangswirtschaft”.
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