martes, 18 de junio de 2019

Marta Flich, “eminente economista”, a la altura de “genios ilustres”, como Eduardo Garzón


Marta Flich, “eminente economista”, a la altura de “genios ilustres”, como Eduardo Garzón, dice, entre chorrada y chorrada, que la productividad ha aumentado tanto que “con el sueldo de una sola persona …. – atentos - ….. se deberían pagar 4 pensiones. ¿Por qué no sucede? Porque se han bajado los salarios. Por eso la derecha no ve viable las pensiones; porque quieren bajar los salarios”.
¡¡¡Fascinante!!! ¡¡¡ Qué elegancia !!! ¡¡¡Cuanta sabiduría!!!

La Sra. Flich debe creer que la productividad se multiplica sola, como por arte de magia (o lo que es peor, a golpe de legislación). 
Esta majadera (sí, es una majadera), pretende un incremento tal, que cada 4 futuros pensionistas (y la parte proporcional del burócrata que administra el chiringuito) esclavicen a 1 trabajador; presuponiendo, al menos, la actual tasa de sustitución (si no, apaga y vámonos).


Comparación entre la pensión media y el salario medio previo a la jubilación, lo que la Comisión Europea denomina, tasa de sustitución agregada. En España, las rentas de los recien jubilados equivalen al 66% del salario previo a la jubilación.

Veamos. Si, con tan sólo el salario de un único trabajador, se produce un aumento tan formidable de la productividad, como para mantener a 4 personas (jubiladas) y cuarto de burócrata, es porque previamente se ha conseguido un brutal incremento de las tasas de capitalización per cápita (como ella misma reconoce en el vídeo que ha venido sucediendo en los últimos 100 años, cuando dice que la gente emigró del campo a las ciudades y no nos quedamos sin tomates). 
El caso es que el aumento del capital per cápita (única forma posible de elevar permanentemente los salarios de los trabajadores), sólo es posible mediante ahorro bien invertido -aplicando las innovaciones tecnológicas - en nuevos procesos productivos. 
Esa capitalización implica sacrificar gran parte del consumo presente para llevar una ingente cantidad de recursos a esos nuevos procesos productivos. Depende exclusivamente de decisiones empresariales individuales, revalidadas por los consumidores, en un entorno, libre de marañas legislativas, donde los gobiernos dejen de expoliar con tributos al personal, y se limiten a proteger la libertad individual y los contratos libres, es decir, todo lo contrario de lo que la Sra. Flich defiende.

Aún suponiendo un aumento tan brutal de la productividad, expropiar a un trabajador más de las cuatro quintas partes de su salario dejaría como una simple menudencia - según el propio Marx - el expolio de la plusvalía a los trabajadores por parte del empresario. Significaría robarle más de 7 meses de salario anual para pagar a los pensionistas, excluyendo el resto de impuestos y tributos. !Al trabajador, apenas le quedaría poco más de dos meses de salario anual!


La potencia del ahorro a interés compuesto


Si desde la invención del actual sistema de reparto (de pensiones), el equivalente monetario a las cotizaciones sociales individuales de cada trabajador se hubieran capitalizado de esa forma (a interés compuesto), siendo propietarios los propios trabajadores (a través de fondos de inversión), las actuales tasas de capitalización serían mucho mayores y por tanto, en paralelo, la productividad del trabajo se habría multiplicado de igual forma. Entonces, sí que podría darse lo que dice la Sra. Flich, pero justamente al revés, es decir, todos los pensionistas, en mayor o menor grado, serían propietarios de medios de producción (accionistas); se auto-pagarían sus propias pensiones, que podrían dejar en herencia (no como hoy en día con el sistema de reparto); y además serían - indirecta o directamente- empleadores que remunerarían a los trabajadores con altos salarios acordes con las tasas de capitalización.

Mas información aquí



Crisis del sistema de pensiones - HsS

Pensiones en Australia


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