El brutal ataque de Podemos contra el principal accionista de Inditex, Amancio Ortega, a quien menos perjudica es a él mismo. A fin de cuentas, una reforma fiscal que consiga arrebatarle algunos millones de euros más, a estas alturas, afectaría en un porcentaje mínimo a su patrimonio personal. Y, en cualquier caso, siempre podría largarse, trasladando la sede social a otro país.
Aquí se trata de otra cuestión.
El asalto, catapultado por la envidia social, en realidad, se dirige contra la economía de libre mercado y contra la propiedad privada, para, de ese modo, alcanzar mayores cotas de poder político.
El verdadero objetivo de la formación "Unidas Podemos" es disuadir a todo potencial emprendedor de cualquier intento de imitar al multimillonario.
Se trata de impregnar la mente de los jóvenes con el mensaje de que la acumulación de capital es profundamente inmoral y nefasta para alcanzar una sociedad justa. Se trata de impedir, a toda costa, que los nuevos electores puedan plantearse, si quiera, cual es, en realidad, el proceso de creación de riqueza, y, de que éste sólo puede darse en un ámbito de libertad económica, con mínimos impuestos, seguridad jurídica, bajo el imperio de la ley. Se trata de impedir que la gente conozca que los intercambios libres -aunque desiguales- benefician a todos incluyendo a los más desfavorecidos. Se trata de demonizar los beneficios "excesivos" para ocultar la función social de las ganancias y pérdidas empresariales. Se trata de hacer pasar como buenos los controles de precios para limitar o impedir los libres intercambios de derechos de propiedad y así bloquear la divulgación de la función social del sistema de precios de mercado con una moneda sana, no inflacionaria. Se trata de hacer creer que la gente no actúa de forma individual, sino en función del colectivo opresor u oprimido al que supuestamente pertenece o se autopercibe.
Sólo desde ese desconocimiento generalizado pueden evitar que la gente exija a los políticos reformas en la dirección correcta. Reformas que acaben con los privilegios institucionales defendiendo la soberanía del consumidor; estableciendo un auténtico Estado de Derecho con Tribunales de Justicia que castiguen el fraude, el engaño y que protejan la libertad individual y el cumplimiento de los contratos .
Y lo están consiguiendo.
La prueba está en los millones de votos que consiguen las formaciones políticas cuyo objetivo es ejecutar reformas en dirección equivocada, es decir, acabar con el mercado y la soberanía del consumidor, limitando los beneficios mediante impuestos confiscatorios, estableciendo controles de precios, implantando la desigualdad ante la ley dependiendo del colectivo al que se pertenezca, y promulgando millones de páginas de legislación que aniquila la libertad individual y por tanto bloquea el progreso económico y social.
El profesor Manuel Ayau explica en el siguiente vídeo que, "en un sistema no mercantilista, sin intervención institucional, el que hace más fortuna es el que enriquece más a la sociedad y que, si uno entiendo eso, "importan un pepino" las diferencias de riqueza, porque las diferencias de riqueza las causan los consumidores".
La clase completa se puede ver en los dos vídeos siguientes:
- Los impuestos progresivos causan pobreza
No hay comentarios:
Publicar un comentario