Aquí
tenemos un sencillo ejemplo actual para desarrollar el razonamiento de L.V.M.: No es democrático obligar a los consumidores a actuar de forma diferente a como
lo hubieran hecho espontáneamente:
El gobierno limitará alquilar viviendas durante las vacaciones.
La situación previa era la siguiente:
Los consumidores eligen. Algunos alquilan
apartamentos turísticos, otros casas rurales y pisos vacacionales de particulares, y otros van a
establecimientos hoteleros. Los demás nos quedamos en casa. Esto se denomina mercado.
Pero resulta que estas elecciones no son del agrado del gobierno.
Debido a la gran recesión o a lo que sea, el gobernante de turno, pretende favorecer al sector hotelero (los empresarios no son liberales) porque tal concesión de privilegios proporciona al gobernante más ingresos, o porque simplemente pretende ejercer el poder determinando la conducta de sus "subditos" (bajo cualquier pretexto de bien común). Entonces, para ello, haciendo uso de la fuerza, saca a la calle a la POLICÍA. Y, por medio del Boletín Oficial correspondiente, emplea su monopolio de coerción y compulsión para limitar o impedir que los particulares ofrezcan sus pisos vacacionales o apartamentos turísticos en el mercado, anulando la elección de los consumidores.
Si tal gobierno pretende denominarse a sí mismo
Democrático y defensor de la
Libertad , sólo debería hacer uso de la fuerza para proteger
la libertad del consumidor y no para impedirla. En este caso, si, por la razón que fuera, el gobernante cree que debe promocionar un determinado sector económico, debería utilizar únicamente LA PERSUASIÓN para
convencer a los consumidores de que actúen de una determinada forma y no de
otra. Debería tratar de convencer a la gente, sin utilizar la ley, de que reduzcan su demanda de
pisos de particulares y aumenten la de los establecimientos hoteleros. Utilizar
la fuerza para conseguir esto es un acto dictatorial, puesto que fulmina la
previa elección del consumidor.
"Todo individuo es libre para estar en desacuerdo con el resultado de una campaña electoral o con el proceso del mercado. Sin embargo, en una democracia no tiene otro medio de alterar el curso de las cosas que la persuasión" (L.V.M).
Si a mi no me gusta el alcalde de mi pueblo,
elegido democráticamente, y organizo un escrache en el domicilio del Lehendakari para que ponga como alcalde a la persona de mi preferencia, esto no
es un acto democrático. Es una pretensión claramente dictatorial.
Lo mismo sucede cuando se trata de impedir la
libertad de elección del consumidor. Es decir, la misma situación se presenta
con respecto al mercado.
El gobierno pretende determinar los ingresos del
sector hotelero y de los particulares que alquilan pisos vacacionales así como dirigir la conducta de los ciudadanos. Pero
somos nosotros, LOS CONSUMIDORES, los que determinamos esos ingresos cuando
efectuamos la elección. Es el mercado el que los determina. Lo que pretende el intervencionista es sustituir
la libre elección de los consumidores por la presión de la policía. Cuando se
dice que el Estado –o cualquier Órgano Burocrático- debiera tener la soberanía
de la política económica, cuando se legisla concediendo privilegios a las
grandes empresas y corporaciones (hoteleras, del taxi, farmacéuticas, financieras o
eléctricas … ), restringiendo a los emprendedores el libre acceso a la función
empresarial, cuando se dice que el gobierno debe hacer esto, aquello ó lo de
más allá, lo que realmente significa es que
la policía
debe obligar a los consumidores a actuar en forma diferente de como lo harían
espontáneamente.
Posteriormente, este tipo de regulaciones desembocan provocando un nuevo estado de cosas peor que el anterior. Se provocan consecuencias
contrarias a las deseadas por el propio intervencionista. El gobernante, que jamás reconocerá su error, habrá de regular
sobre regulaciones anteriores. La diarrea reglamentaria abarrota los
boletines oficiales, viniendo a corregir estrepitosos fracasos que los políticos no reconocen
y que siempre atribuyen a la “mala elección” de los consumidores, es decir, al
mercado.
Legislación bancaria
Ejemplos los
hay a miles, algunos realmente catastróficos para los consumidores. Toda la
legislación del sector financiero es uno de ellos: desde el abandono del Patrón
Oro, hemos tenido Basilea I, Basilea II y ahora después de la Gran Recesión , vendrá
Basilea III. Todas ellas son
regulaciones que impiden la libertad de elección de moneda (del medio de
intercambio). Regulaciones que provocan la expansión del crédito sin respaldo de ahorro previo: lo que nos ha conducido a esta crisis.
Pobreza energética
Otro ejemplo
catastrófico es la regulación eléctrica. Partíamos con el recibo
de luz más barato de Europa y hoy en día, es el más caro (exceptuando quizás, a Dinamarca). En las TVs podemos ver a pensionistas y/o parados en sus domicilios, muertos de frío, cubiertos de mantas por no poder pagar el recibo de la luz. Podemos ver en las oficinas
bancarias y postales a miles de parados y pensionistas con el aviso
de corte de suministro, pagando como y cuando pueden – incluso, sólo con monedas- recibos que suponen en
muchísimos casos, un importe equivalente a un tercio o la mitad de su pensión.
Y todo este desastre, se lo debemos a las subvenciones a las renovables y a la ocurrencia del déficit de tarifa, que ha generado un agujero que asciende hoy a casi treinta mil millones de euros – más gordo que el agujero de Bankia.
Y todo este desastre, se lo debemos a las subvenciones a las renovables y a la ocurrencia del déficit de tarifa, que ha generado un agujero que asciende hoy a casi treinta mil millones de euros – más gordo que el agujero de Bankia.
Corresponde a los empresarios aplicar
PROVISIONALMENTE cualquier innovación tecnológica. Pero nos corresponde a nosotros, los
consumidores REVALIDARLA.
Bien, pues en el caso de las eléctricas, las
regulaciones de todos los partidos, intervencionistas de derechas e izquierdas,
se han pasado a los consumidores por el “arco del triunfo” imponiendo y subvencionando innovaciones tecnológicas precipitadas que no habrían sido revalidadas en ese momento por el consumidor, y ahora sufrimos
las consecuencias contrarias a las perseguidas por los políticos.
Limitación de alquileres
En el caso que he puesto de ejemplo arriba - limitación de alquileres - las
consecuencias contrarias a las pretendidas por los propios legisladores son imprevisibles y de todo tipo:
- Por un lado, es evidente que así se favorece al lobby hotelero, lo que redundará en un aumento de sus precios.
- Ademas, existe un enorme stock de viviendas sin vender en las costas, y se les ocurre este tipo de normas ¿para qué?,
- ¿No pretenderán fomentar así el turismo?
- Mercado negro
- Aumento del precio de la nueva vivienda y deterioro de calidad de la actual (no hay más que fijarse en las viviendas con alquileres de renta antigua).
- En las zonas donde no exista stock de viviendas, no es una medida para que aumente la oferta, sino todo lo contrario, se creará escasez y más aun con la absurda regulación urbanística de calificaciones y licencias, que prohíbe construir en todas partes excepto donde los políticos autorizan, en lugar de ser precísamente al revés, es decir, que se pueda construir en cualquier zona excepto donde esté expresamente prohibido, para así de este modo, bloquear gran parte de la corrupción política e impedir la arbitrariedad y la discrecionalidad de los burócratas en la concesión de licencias y recalificaciones.
- Decrecimiento: ¿Acaso son partidarios del decrecimiento económico con el paro que hay?
- ...
- Ademas, existe un enorme stock de viviendas sin vender en las costas, y se les ocurre este tipo de normas ¿para qué?,
- ¿No pretenderán fomentar así el turismo?
- Mercado negro
- Aumento del precio de la nueva vivienda y deterioro de calidad de la actual (no hay más que fijarse en las viviendas con alquileres de renta antigua).
- En las zonas donde no exista stock de viviendas, no es una medida para que aumente la oferta, sino todo lo contrario, se creará escasez y más aun con la absurda regulación urbanística de calificaciones y licencias, que prohíbe construir en todas partes excepto donde los políticos autorizan, en lugar de ser precísamente al revés, es decir, que se pueda construir en cualquier zona excepto donde esté expresamente prohibido, para así de este modo, bloquear gran parte de la corrupción política e impedir la arbitrariedad y la discrecionalidad de los burócratas en la concesión de licencias y recalificaciones.
- Decrecimiento: ¿Acaso son partidarios del decrecimiento económico con el paro que hay?
- ...
La Sareb: el "Banco Malo"
Y puestos a poner ejemplos catastróficos aquí tenemos uno espectacular: El Banco Malo.
Un nuevo “chiringuito burocrático” con más
burócratas ganando un “pastizal”. Rock’n’Roll.
Esto sí
que es una regulación, sobre una montaña previa de regulaciones esperpénticas.
Esta sí que bloquea a lo bestia la libertad de elección del consumidor.
Se trata
de impedir que sea el mercado el que determine los precios de los bienes
inmuebles. Se trata de impedir un descenso brutal del precio de los pisos, de las
viviendas, de los locales comerciales, de los talleres, de las naves industriales,
de las oficinas, del suelo urbano e industrial, etc. Una disminución drástica
del alquiler, o del precio de la futura hipoteca es en realidad un aumento del
salario real. Una disminución de los costes empresariales determinada por el
establecimiento de auténticos precios de mercado para los inmuebles de uso
industrial o comercial supondría el freno de la sangría del desempleo. (A esto habría que añadir los enormes costes que soportan las empresas en su factura eléctrica). Los
propios intervencionistas están saboteando la recuperación económica.
El gobierno sabe mejor que tú como gastar tu propio dinero (extracto de "El Ala Oeste de la Casa Blanca"):
*Edito (12/12/13) esta entrada para dar cuenta de lo que están haciendo los políticos con los consumidores y los pequeños propietarios de viviendas turísticas para alquiler. Vean:
http://www.libremercado.com/2013-12-12/la-mayoria-de-ccaa-restringen-el-alquiler-de-viviendas-a-turistas-1276506223/
* Suma y sigue:
Noviembre 2019
Manuel Llamas explica cómo los políticos han expropiado
a miles de pequeños propietarios en beneficio de grandes cadenas hoteleras
El gobierno sabe mejor que tú como gastar tu propio dinero (extracto de "El Ala Oeste de la Casa Blanca"):
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Actualizaciones
*Edito (12/12/13) esta entrada para dar cuenta de lo que están haciendo los políticos con los consumidores y los pequeños propietarios de viviendas turísticas para alquiler. Vean:
http://www.libremercado.com/2013-12-12/la-mayoria-de-ccaa-restringen-el-alquiler-de-viviendas-a-turistas-1276506223/
* Suma y sigue:
Ataque a la libertad individual |
Noviembre 2019
Manuel Llamas explica cómo los políticos han expropiado
a miles de pequeños propietarios en beneficio de grandes cadenas hoteleras
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