Lo repitió Sánchez 527 veces el pasado martes, mientras anunciaba el famoso plan de desescalada ...
.... la nueva normalidad
Armageddon Económico
*Si este virus ha venido para quedarse y no se consigue una
vacuna en años, el turismo tal y como lo conocemos y todas sus industrias
auxiliares están acabados. Cientos de miles de pymes dedicadas a la hostelería,
al ocio y entretenimiento; espectáculos musicales, teatrales, eventos
culturales y deportivos; lineas aéreas, agencias de viajes, gran parte del
pequeño comercio y miles de industrias que producen para todos estos sectores
(que implican relativas concentraciones de personas); todo eso está finiquitado,
… como dicen por el sur: “listo de papeles”; al menos, tal y como hasta hoy lo
hemos conocido y vivido.
La debacle sería comparable al pinchazo de la burbuja
inmobiliaria pero a lo bestia. Y al igual que ésta última, también el sector turístico y adyacentes alimentaban (hasta hoy), mediante brutal
recaudación tributaria y toneladas de regulaciones, una burbuja aún mayor que absorve el 50% del PIB: el Sector Público. Un monstruo
que todos hemos inflado democráticamente.
Sea como fuere, todo el equipo capital y humano procedente
del sector turístico y adyacentes habrá de ser recolocado en otros sectores o lineas productivas (incluso, desconocidas hoy).
Esto será así por las buenas o por las malas. Sin vacunas, se avecina un
nuevo modo de vida y un sufrimiento sin precedentes, pero rápido, para la actual generación si la reconversión se realiza por las buenas: dejando actuar líbremente a cientos de miles de empresarios a pie de cañón persiguiendo satisfacer las necesidades más urgentes de los consumidores. Si la segunda y gigantesca
burbuja, la del sector público no se auto-pincha (y no lo hará, al menos en
España), es decir, si los gobernantes persisten en endeudarse aún más y en extraer de ciudadanos y
empresas la misma cantidad de recursos, la recolocación de todos los factores
de producción turísticos y de ocio a otros sectores se hará de igual forma,
pero por las malas, es decir, con una mayor destrucción (crisis financiera
incluida) y prolongándose años en el tiempo. El sufrimiento tendrá enormes
proporciones. Mucho mayor que en el escenario anterior.
Queda un posible tercer escenario. Que la libertad económica y la
sociedad civil desaparezcan por completo y todo quede en manos del Estado. Un
gobierno de economía totalmente planificada por ingenieros sociales. Entonces no se producirá
reconversión ni recolocación alguna de factores de producción a ningún otro
sector. Será un proceso estricto de brutal decrecimiento económico (añorado por muchos) endulzado con un mensaje climático/ecológico/feminista.
Nada de "destrucción creativa". Alcanzaríamos la miseria y el caos por la vía rápida.
El sufrimiento, en este tercer escenario, sería comparable al de un conflicto bélico.
Mas nos vale encontrar una vacuna y así ganar tiempo para
pensar en desmontar la burbuja estatal, antes de que venga la siguiente plaga.
*Publicado en Facebook el 14/04/2020
*Publicado en Facebook el 14/04/2020
¿Pintxo-Pote en la "nueva normalidad? |
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Bonus Track
Artículo completo traducido - Bloomberg 30-4-2020.
Hasta ahora, la respuesta a la pandemia de coronavirus ha funcionado
bajo el supuesto de que lo peor pasará dentro de un año más o menos. Pero, ¿y
si el malestar dura mucho más? Es un escenario que los responsables políticos
deben reconocer y prepararse.
Los medios repiten constantemente que una vacuna podría estar
ampliamente disponible para la próxima primavera. Pero incluso la primavera de
2023 sería la más rápida en el historial médico, y no hay garantía de eso. Tal
vez los anticuerpos confieran poca o ninguna protección contra la infección,
como es el caso de algunos virus. En ese caso, desarrollar una vacuna sería
mucho más difícil y el concepto de "inmunidad colectiva" no tendría
sentido. Casi todos seguirían siendo susceptibles, lo hubieran tenido o no en
el pasado.
Entonces, una batalla muy larga contra el Covid-19 parece
completamente posible, mientras que parece casi imposible que los EE. UU. Y
gran parte del mundo puedan seguir el ejemplo de Nueva Zelanda y casi eliminar
la enfermedad. Una crisis a más largo plazo tendría implicaciones muy
diferentes para la economía. Los sectores que se espera que se recuperen, como
el turismo, podrían salir definitivamente. Los sectores que han visto un
impulso, como los servicios de transmisión, podrían ser ganadores permanentes.
Sin embargo, todas las medidas de emergencia de los
gobiernos y los bancos centrales tienen como objetivo aliviar solo un choque
temporal. En los EE. UU., La Reserva Federal, el Tesoro y el Congreso han
trabajado asiduamente (y con éxito) para garantizar que las empresas tengan
aproximadamente el mismo acceso a la financiación. Esto sería defendible si los
funcionarios estuvieran seguros de que la pandemia pasará dentro de un año.
Pero no pueden estarlo. Si estamos en esto a largo plazo, sus acciones están
alentando la sobreinversión en actividades económicas que enfrentan riesgos
verdaderamente existenciales.
Lo mismo es cierto para ciertas medidas de distanciamiento
social. Los Centros para el Control de Enfermedades, por ejemplo, recomiendan
que los centros de atención a largo plazo rechacen todas las visitas
"excepto por ciertas razones de atención compasiva, como las situaciones
de fin de vida". Algunos han sugerido que todas las personas mayores
permanecen aisladas. Esto podría ser soportable por un año. Pero parece cruel e
inaplicable durante períodos de tiempo más largos. Necesitamos preguntarnos:
¿cómo puede una sociedad brindar atención segura y compasiva a las personas
mayores y vulnerables si Covid-19 sigue siendo generalizado durante muchos
años?
Esta enfermedad tiene el potencial de imponer un cambio
enorme y duradero en el mundo. Los científicos están haciendo todo lo posible
para prevenir tal resultado, al derrotar al virus rápidamente. Pero los
encargados de formular políticas económicas y de salud pública deberían
planificar la posibilidad de que no tengan éxito.
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Fuentes
Prensa extranjera
- 10 de marzo. Le Monde (Francia): "España se da cuenta con retraso de la magnitud de la epidemia".
- 26 de marzo. The Guardian (Reino Unido): "Cómo España dio una respuesta tan equivocada al coronavirus".
- 27 de marzo. Observador (Portugal). "Pedro Sánchez, el rostro del fracaso y de la irresponsabilidad".
- 30 de marzo. The New York Times (Estados Unidos): "Los kamikazes de la sanidad española batallan contra el virus".
- 7 de abril. The New York Times (Estados Unidos): La crisis de coronavirus en España se aceleró a medida que las advertencias no fueron escuchadas
- 6 de abril. La Repubblica (Italia): "Balance catastrófico, retraso en la reacción del Gobierno, drama de las residencias de mayores y elevadísima tasa de contagios de los sanitarios".
- 15 de abril. Der Spiegel (Alemania): "El Gobierno español comenzó la lucha contra el virus tarde, probablemente, demasiado tarde".
- 16 de abril. Bloomberg: "La tragedia de España era predecible".
- 7 de mayo. El prestigioso Süddeutsche Zeitung de Múnich,diario de referencia de la prensa progresista germana, dice que los datos deEspaña son inverosímiles. ²Spanien: Daten über das Wochenende unplausibel.
Prensa local
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- Hoteles: "Abrir ahora es la ruina para el sector"
- 89.000 empresas y autónomos han solicitado y disminuido su potencia eléctrica contratada para reducir su factura de la luz.
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