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miércoles, 28 de octubre de 2009

Clase práctica para gobernadores de Bancos Centrales




Aquí tenemos un buen ejemplo del teorema de la preferencia temporal, especial para la formación de futuros gobernadores de bancos centrales. La preferencia temporal: el descuento de bienes futuros por bienes presentes; categoría de la acción humana.
Los bienes presentes tienen siempre más valor que los bienes futuros. La preferencia temporal es guía de nuestra conducta apenas adquirimos uso de razón.
En el video, a los chavales (Stanford marshmallow experiment) se les plantea el dilema de consumir un dulce ahora o esperar un tiempo (10 ó 20 minutos) y ser premiados con un dulce más. Hacen enormes esfuerzos para no consumir en el presente a pesar de haber recibido la promesa de un rendimiento del 100% en ese futuro inmediato, y no todos lo consiguen. Si la renuncia a consumir en el presente se planteara a cambio de consumir lo mismo en el futuro, invariadas las demás circunstancias, no se presentaría ningún dilema: todos ellos consumirían el dulce ipso-facto. No hay duda del mayor valor de los bienes presentes para estos niños.
Los Gobernadores de los Bancos Centrales, Bernanke, Trichet, los gobiernos, los iluminados …etc, deberían asumir que no hay forma de rebajar artificialmente, o suprimir la preferencia temporal, es decir, el tipo de interés. Quien quiera suprimirlo, deberá convencer antes a la gente que es lo mismo comer el plato de garbanzos hoy que dentro de un año. Los bancos centrales podrán prestar a tipo cero o incluso, a tipos reales negativos. Podrán innundar el mundo de papelitos orquestando expansiones crediticias, organizando operaciones de mercado abierto, monetizando deuda y creando así, graves descoordinaciones intertemporales y una competencia invisible y brutal por los recursos (por los bienes presentes) pero no podrán suprimir jamás el tipo de interés.


Sin embargo, sí que podrán organizar un desajuste de la "rehostia mundial" cuando los manipulan artificialmente.


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martes, 20 de octubre de 2009

Cálculo económico y Socialismo (Ensayo completo: "El problema del cálculo económico en el sistema socialista")


Uno se da una vuelta por la blogosfera (Rebelión.org, Attac … etc) y por docenas de foros y páginas web, y la verdad es que se sale con la moral por los suelos.
Después de todo lo que ha llovido, muchos siguen igual que hace 100 años. Pretenden la implantación del socialismo del siglo XXI.
No tienen ni puta idea –con perdón- de economía, ni desean tenerla. Es necesario, dicen, la implantación del socialismo para lograr una justa redistribución de la riqueza. Pretenden sustituir un sistema por otro y sin embargo siguen sin plantearse la única cuestión que de verdad interesa: ¿Cómo funciona en la práctica?

domingo, 11 de octubre de 2009

........¿?........

Basauri, Octubre 2009
Esta entrada no tiene título ni está relacionada con la economía... ¿o quizás sí?

Bizkaia, Basauri, C/ Catalunya, octubre 2009.
Imagen pixelada y reducida.

viernes, 9 de octubre de 2009

11.000 millones más en solo tres días

El Tesoro emitirá hasta 11.000 millones de deuda en tres días.
¡¡¡¡Venga ... dale ...jotake... suma y sigue!!!!.

Y el Banco Central, con su máquina de imprimir, sigue financiando la deuda de bancos y cajas. ¡Venga manguerazo de liquidez! ¡Flexibilización cuantitativa! ¡Que fácil!, el expolio continua. Lo jodido será, no que se tenga que devolver principal más intereses, que será imposible ni con los impuestos de nuestros biznietos, sino refinanciarlos cuando el banco central pare la máquina (Alemania y Francia "des-proveerán"). ¿Que sería de los gobiernos sino fuera por los bancos?, y lo peor, los sindicatos siguen sin enterarse de "la misa la media"; y la basura de pseudo-intelectuales de pseudo-izquierda, charlatanes, voceros y arrogantes revendores profesionales de ideas, con su culo bien cubierto, son cómplices de todo el expolio.

No sé hasta donde pretende inflar esto el gobierno central, pero cuando llegue la suspensión de pagos, aquí en Euskadi, ni concierto económico ni "ostias en vinagre"; no se salva ni el apuntador.